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primera andaluza

El árbitro suspendió el partido del Céltic por un cuadro de ansiedad

Al no señalar una falta recibida, el jugador agarró de la camiseta al trencilla y lo intimidó verbalmente

césar guisado

Martes, 5 de enero 2016, 00:05

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Será el Comité de Competición el que decida en la reunión de esta tarde en Sevilla, si abre expediente a ambos equipos a fin de que presenten alegaciones a lo sucedido o si bien el Céltic-Universidad de Almería por suspendido. El encuentro corresponde a la 17º jornada de Primera Andaluza, y se disputó el domingo en el Antonio Ballesteros de Pulianas dirigido por el cordobés Romero Campos. Comenzada la segunda mitad, el marcador reflejaba victoria de los almerienses por 0-1 una vez que Antonio Jesús transformó un penalti.

Fue en el minuto 60 de partido cuando el delantero local Guille, que acababa de entrar en el campo, recibió dos golpes en posesión del balón que el árbitro entendió no señalar como falta. Tras la pérdida del balón, el granadino lanzó una patada dirigida al rival del lance anterior sin que esta llegara a impactar según fuentes cercanas al Céltic de Pulianas, aunque el acta del colegiado refleja que sí llegó a alcanzar al futbolista almeriense. El árbitro, que estaba a pocos metros de la acción, decidió parar el juego y expulsar con tarjeta roja directa al verdiblanco, lo que levantó las iras del jugador que acto seguido agarró la camiseta al trencilla por el pecho empujándolo varios metros hacia atrás, intimidándolo verbalmente.

Según señala el acta se produjo entonces una invasión de campo debido a que varios miembros del cuerpo técnico del Céltic saltaron desde el banquillo para mediar en el tumulto que ya se había formado. Seguidamente el trío arbitral se dirigió a vestuarios donde Romero Campos tuvo que ser atendido en el suelo por sus asistentes al presentar un cuadro de ansiedad que no necesitó de facultativo médico. Debido a esto, el árbitro decidió suspender la contienda. Además, la dotación de la Guardia Civil que se encontraba en la instalación comunicó que debía marcharse por exigencias de su servicio.

La suspensión del partido incrementó el nerviosismo de los futbolistas avivándose entonces la tángana ya dentro del túnel de vestuarios, acabando al menos con la agresión a un jugador del Universidad de Almería sin que esta revistiera mayor gravedad.

Al Céltic sólo le queda apelar a la indulgencia del Comité ya que se prevé pueda aplicar una sanción ejemplar debido a que al club ya le ha sido deducido un punto por computar en tres ocasiones sanciones a efectos del Artículo 75 del Código de Justicia Deportiva, que castiga la agresión física de un jugador hacia un contrario.

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