Medallas que retan a la inclusión
El Natura Ability vuelve del Campeonato de España con nueve medallas y con el sueño de sus técnicos de un programa de alto rendimiento en el que tengan cabida todos los esquiadores
CÉSAR GUISADO
Miércoles, 22 de febrero 2017, 01:38
Si a Juan, o a cualquiera de los técnicos que lo acompañan en su aventura deportiva en Sierra Nevada le dieran la oportunidad de decidir, ... le entregasen la varita mágica con la que se diseña la competición, esta sería totalmente inclusiva. Porque saben que sus esquiadores están preparados. Julián, Helena y el resto del equipo no tienen miedo a medirse en un descenso con los mejores deportistas de España. Y mientras aquellos aceptan el reto, el de la inclusividad, estos no hacen otra que seguir ganando títulos y medallas allá donde van.
Las últimas las recogieron en Andorra. Allí, en la Estación de Vallnord, se celebró hace unos días el Campeonato de España de esquí alpino que organiza la Federación Española de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual (FEDDI). El club Sierra Nevada Natura Ability compareció con dieciocho esquiadores, de los cuales nueve han vuelto a Granada con medalla.
Resultados que enorgullecen al presidente de la entidad, Juan García Lara, pero que lejos están de sorprenderle. «Nuestros deportistas entrenan a un nivel competitivo alto, por eso mi reto es que algún día nos acojan los planes del alto rendimiento, ya que tenemos a muy buenos esquiadores, como es el caso de Julián Maldonado o Helena Díaz, entre otros», destaca.
No le falta razón. Como muestra, una competición en la que una vez más, los chicos y chicas del Natura Ability han arrasado. En la competición masculina los siete primeros puestos fueron granadinos: Julián Maldonado, Iván Machado y Jorge Otalecu se repartieron las medallas de oro, plata y bronce, respectivamente. Los siguieron, por orden, Carlo Moreno, José Enrique García, Francisco Guirado, Francisco Gutiérrez y Sergio Álvarez, quien sólo completó la primera de dos mangas.
En la categoría femenina Helena Díaz se tuvo que conformar con la plata, ya que la onubense Marina Rodríguez se demostró intratable en las dos bajadas. Cuarta, aunque distanciada por tiempos del cajón, fue Lucía Utrilla.
En la categoría adaptada no se suman los tiempos de las dos mangas, sino que cuenta el más rápido de los obtenidos. Aquí, oro y plata para Arturo Baca y Emilio Tovar, cuarto Fernando Willen y séptimo Alejandro Rodríguez. En habilidades, clase para los todavía no tan avezados, bronce de Cristóbal García en masculina y oro para Patricia Morillas y plata de Marta Menéndez, en la femenina.
Dice Juan García que no existe otra fórmula que la del trabajo paciente, una «formación terapéutica, pero competitiva» donde las labores de rehabilitación «quedaron atrás» desde el día que un grupo de padres se unió para crear un club en el que satisfacer las necesidades de competición de estos talentosos esquiadores.
Del programa municipal
De aquello han pasado ya doce años. La chispa la enciende el Ayuntamiento de Granada en el 2005, a través de los cursos de esquí que organiza para personas con discapacidad intelectual. Después de cuatro años descendiendo por las pistas de Sierra Nevada, estos esquiadores adquieren un nivel considerable, por lo que son los propios familiares quienes dan un paso más, apoyándose en los conocimientos de García Lara.
Él fue uno de aquellos pioneros, asistentes a los cursos de formación a mediados de los noventa. Los instructores, un grupo de ocho profesores llegados desde Estados Unidos, que desembarcaban en Pradollano con material y técnicas dirigidas a impartir clases de esquí a personas con diversidad funcional. «Hubo entonces una apuesta por parte de la estación gracias a la figura de Ignacio Valenzuela, se invirtió en formación y accesos y al poco fue aprovechado por fundaciones como Deporte y Desafío», explica García.
Desde entonces es consabido que la estación de Sierra Nevada se convirtió en la referencia nacional -los técnicos hablan de europea- en cuestiones de esquí adaptado. Fundaciones como Deporte y Desafío, También y asociaciones como Granada Integra o Fegradi, la han hecho propia y no es difícil ver convivir sillas y esquís cualquier fin de semana.
En el caso del Natura Ability, la fórmula seguirá siendo la misma. «Hace 35 años me marcaron una máxima a fuego: seguridad más técnica igual a diversión. Gracias a esto, en doce años, la lesión más fuerte que hemos tenido ha sido la de un monitor y no estaba esquiando», refiere el presidente.
Para los esquiadores, esta continuará siendo la clave del éxito. En cuanto a la competición, pero también en cuanto a los avances personales que ofrece la práctica del deporte. En el caso de personas con una discapacidad intelectual, la actividad física es un buen cauce para trabajar en la autoestima, en la rutina, en labores de equipo y por supuesto en habilidades motoras.
Dice Juan García Lara que cuando sus deportistas se enfundan los esquís desaparecen las discapacidades. «He visto cómo han evolucionado una barbaridad personas con un autismo severo y eso lo da el deporte. Estoy convencido de que es el mejor instrumento para la rehabilitación y la inclusión en la sociedad», subraya. Y no existe una medalla con más valor, que la de la inclusividad.
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