El asfalto que trajo la Vuelta
La carrera se deja notar en la economía y las infraestructuras alpujarreñas
A. MOLINA
Sábado, 29 de agosto 2015, 01:37
Sorprender a los pueblos de la Alpujarra no es fácil. A pesar de su paz y su belleza tranquila están acostumbrados a convivir con el ... turismo. La Vuelta consiguió sorprenderlos, a pesar de todo.
El aterrizaje de esta inmensa carrera ciclista en Capileira fue todo un acontecimiento que comenzó a dejarse sentir hace quince días. Con 528 habitantes y sin ni siquiera Policía Municipal, acoger uno de los mayores eventos deportivos del mundo no es fácil. El paso de la Vuelta ha sido una auténtica avalancha. La localidad tiene en torno a 500 camas disponibles para el turismo y la carrera ha ocupado cerca de un 80% durante dos días, comentaba ayer su alcalde, José Castillo. «Incluso hemos tenido que reservar las doscientas plazas del aparcamiento del antiguo polideportivo sólo para la prensa», explicaba el regidor, que tuvo incluso que contratar vigilantes de seguridad por no contar el pueblo con Policía Municipal propia. «Sólo en este pueblo hemos tenidos 100 puestos de trabajo generados durante quince días para la Vuelta», afirmó Castillo. Aunque la organización asume la mayor parte de la operativa, el esfuerzo de estas localidades no ha sido pequeño. Las más afectadas fueron, junto a Capileira, Bubión y Pampaneira. Como no podía ser de otro modo, el principal problema fue el tráfico. Valga como ejemplo que a las once de la mañana de ayer la Guardia Civil ya no permitía el tráfico desde el cruce de Bubión. No todos los vecinos recibieron con alabanzas a la 'serpiente multicolor' pero, como apuntaba José Castillo, en general la población de la Alpujarra se mostró satisfecha con el evento y el impacto mediático que supone. Paco, del Hotel Poqueira, no daba abasto ayer durante la hora de los desayunos, pero estaba contento. «El mes de agosto no ha sido malo en cuanto al turismo pero siempre baja en la última semana, la Vuelta se ha dejado notar positivamente», comentaba el hostelero.
Es uno de los efectos palpables y reales del paso de un gran evento deportivo. Efectos que duran un día y otros que se quedarán para siempre, como los 1.000 metros de asfalto que han mejorado el último tramo de carrera. El mismo jueves por la tarde, Perico Delgado recordaba en Televisión Española que los últimos 500 metros de etapa iban a ser por tierra, y lo mismo publicaban algunas ediciones digitales de periódicos nacionales. Pero no fue así porque, in extremis, se logró asfaltar el recorrido hasta la meta. Tal y como explicó el alcalde de Capileira, fue una actuación conjunta de la Junta de Andalucía y la Diputación de Granada. «Nosotros hemos contratados catering y hasta hemos hecho el trofeo del ganador, que es una estrella de las nieves, pero lo de la carretera se escapaba de nuestro presupuesto y gracias al paso de la Vuelta se ha podido lograr», comentó José Castillo.
Una meta con asfalto, un marco incomparable y cientos de aficionados animando a los ciclistas. Es lo que pudieron ver en directo los más de 300 millones de espectadores potenciales que tiene una de las tres carreras ciclistas más importantes del mundo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión