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Numerosos aficionados granadinos se dieron cita en la subida a Cumbres Verdes para animar a los corredores.
A Compostela por Cumbres Verdes
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A Compostela por Cumbres Verdes

Los aficionados granadinos no fallaron a la cita con la Vuelta en una jornada marcada por las altas temperaturas

ALEJANDRO MOLINA

Viernes, 29 de agosto 2014, 01:53

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La Vuelta pasa por aquí. Cientos de carteles con este lema inundaron ayer Granada y Cumbres Verdes. Como no podía ser de otro modo, los aficionados respondieron en masa a la llamada de la caravana ciclista. Esta es una provincia donde la bicicleta no es un deporte más, para muchos es una forma de vida. Los primeros aficionados comenzaron a subir a Cumbres Verdes a primera hora de la mañana de ayer para llenar los arcenes con todo tipo de 'suertes' de acampada. No faltaron las autocaravanas en las que muchos pasaron la noche esperando el paso de los ciclistas. El marco no podía ser mejor, con Granada como telón de fondo y lo que queda de su vega. Los más humildes tuvieron que tirar de imaginación e improvisar, nevera en mano, un lugar donde refugiarse del tremendo sol que lució durante todo el día. Y es que si por algo podrá recordarse la jornada de ayer es por tremendo calor. Hay que tener mucha afición para soportar tantas bajo el sol esperando a la Vuelta. La recompensa fue ver un cartel de lujo, muy superior al del Tour de Francia, en plena acción. El azar ha permitido que los mejores del mundo recalen en esta Vuelta, cuya nómina de participantes hubiese querido la 'Grande Boucle'. Valverde, Froome, Contador, Purito, Boonen, Quinta. Todos pasaron ayer por Cumbres Verdes.

Los madrugadores fueron los más afortunados, pues lograron acceder con sus vehículos a las zonas más altas. Menos suerte tuvieron los que intentaron pasar pasada la una de la tarde, cuando la organización cerró el paso a los vehículos ajenos a la organización varios kilómetros antes de la meta. No estuvo exenta de críticas esta medida. Muchos aficionados se quejaban de lo estricto de las normas, y lo cierto es que esto mermó la cantidad de público a lo largo de la subida, que podía haber sido mucho mayor.

Entre los críticos estaba el matrimonio canario formado por Ángel y Nieves. Llevan varios años siguiendo etapa a etapa la Vuelta a España y este quieren llegar hasta la última jornada, en Santiago de Compostela. También han hecho muchas veces el Tour de Francia y los dos coinciden en que la caravana publicitaria de la ronda francesa es impresionante. «En la Vuelta han avanzado mucho en los últimos años pero no es tanto como en Francia, donde la población está muy involucrada», comentaba Ángel. Por su parte, Nieves recuerda que en el Tour pasan cientos de vehículos en la caravana comercial tirando regalos a todo el mundo constantemente. «Un año nos tiraron hasta bolsas de chorizo», contaba Nieves.

También había ayer quien recordaba la etapa del Mont Ventoux en el Tour, donde se llegaron a contar hasta cincuenta servicios portátiles a lo largo de la subida. Quizá algún día esto también se vea en la Vuelta, pero no fue ayer en Cumbres Verdes.

El que sí estuvo a punto para 'decorar' la carretera fue el aficionado belga Ronaldo, que no olvidó su bote de pintura y su brocha, con los que escribió bien grande los nombres de Philipe Gilbert y Ton Boonen. ¿Qué sería un puerto de la Vuelta sin las pintadas de ánimo a los campeones?, Gracias Ronaldo. «Me ha dado tiempo a subir el puerto tres veces esta mañana», comentaba este hincha que reconocía que le encanta sentirse igual que un profesional subiendo un puerto en plena carrera. Eso es precisamente lo que busca la mayor parte del público que se acerca a una carrera ciclista. La de Cumbres Verdes es una carretera por la que todos los aficionados granadinos habrán pasado alguna vez y la curiosidad por ver cómo irán por ese lugar los grandes del pelotón mundial es un aliciente añadido.

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