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Cura de humildad al Covirán
la crónica | COVIRÁN-BADAJOZ

Cura de humildad al Covirán

El cuadro nazarí se ve sorprendido por Badajoz, que llegó a mandar por once puntos, y remonta en el último acto con 'Didi' y Fernández de estiletes

Juanjo Martín

Domingo, 16 de noviembre 2014, 01:16

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«Si desde el primer día nos dicen todos que somos el Real Madrid, al final nos lo creemos y no lo somos», expresó el técnico Pablo Pin a la conclusión del sufrido triunfo del Covirán (87-76) sobre el Badajoz. El entrenador nazarí escogió esas palabras para rebajar la euforia reinante en el ambiente y transmitir a sus jugadores que los éxitos solo se consiguen a base de humildad, no con la actitud altanera con la que saltaron ayer a la cancha.

El cuadro extremeño se encargó de bajarle rápidamente los humos a los granadinos, que llegaron a tocar fondo durante el tercer cuarto. No obstante, a los visitantes les faltó fuelle al final para provocar la que habría sido la primera derrota de la temporada de los capitalinos. La forma en la que se produjo este triunfo -el sexto de la campaña- seguro que servirá al Covirán como una buena lección de cara al futuro. Poseer una gran plantilla repleta de talento no basta sin intensidad en su juego, y eso fue lo que ocurrió ayer en el pabellón Veleta.

Un buen inicio atrás disparó las pérdidas del rival, lo que se tradujo en las primeras ventajas para los capitalinos. Con Javi Hernández inspirado, poco importaba la falta de acierto desde más allá del perímetro. Sin embargo, Badajoz se metió de nuevo en el choque de la mano de Davis y Kadima. Ambos norteamericanos hicieron trizas el entramado defensivo de los nazaríes, quienes se fueron al vestuario por primera vez por detrás (38-43). Superados en el rebote y con escaso aporte exterior, la escuadra granadina la tomó con los árbitros en vez de centrarse en su oponente, que introdujo un ritmo cansino al choque para que su corta rotación de ocho hombres no le pasara factura.

Líderes en solitario

La bronca de Pin al descanso tuvo un efecto efervescente, pues de un halagüeño inicio del tercer acto se pasó a una auténtica pesadilla con los puntos de Sims y Wilson (42-53). El Covirán estaba hundido y solo la irrupción de 'Didi' cambió el signo del choque. Aun así, fue necesario aguardar al último período, pues una falta de Nacho Pin -y posterior técnica por protestar- metió el dedo en la herida (55-64) sobre la bocina. Once puntos del eléctrico base en el acto final, junto a nueve de Jesús Fernández, generaron un inapelable parcial de 15-2 con el que los nazaríes retomaron la iniciativa en el partido. Ahí se finiquitó la resistencia de los extremeños, que no aguantaron los 'mordiscos' atrás de un Covirán que ya manda en solitario la Liga EBA tras el tropiezo de Plasencia contra Cazorla (76-79).

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