Una década para eliminar los coches contaminantes del Centro de Granada

Estos barrios conforman el perímetro 1. Engloba a todo el Albaicín y al Sacromonte, así como al Centro, desde el eje Emperatriz Eugenia-San Juan de Dios hasta el Ribera del Genil-Paseo de la Bomba, con límite en Pedro Antonio de Alarcón. Es el área en la que las restricciones serán más severas a largo plazo. Para empezar, desde el año que viene sólo los coches de los residentes podrán quedar estacionados en las 3.000 plazas que hay en sus calles. Hay excepciones: los vehículos ecológicos, de cero emisiones, carga y descarga, taxis, motos y motocicletas también podrán quedar aparcados en superficie. Los demás utilitarios podrán pasar por la zona delimitada, pero sólo estarán autorizados a aparcar en párkings subterráneos o plazas de garaje.

El primer paso para la activación de la zona de bajas emisiones es identificar a los vehículos que podrán estacionar. Deberán lucir una pegatina que otorgará el Ayuntamiento en los próximos meses a los residentes o propietarios de plazas de garaje. Mostrará una letra –R o V– y un número que identificará la zona concreta –el mapa se dividirá en cuatro– en la que vive. Así, un vecino de Plaza de Gracia no podrá dejar su coche en el Albaicín, por ejemplo. Los coches 'eco' deberán lucir el distintivo de la DGT para poder aparcar en el área delimitada.

El perímetro 1 estará rodeado en la zona baja de la ciudad por una segunda área. En ella primará el aparcamiento rotatorio, con las calles ya señalizadas y 26 nuevos viales de estacionamiento ORA con 702 plazas. Éstas, en un principio, no tendrán restricciones: podrá aparcar en ellas cualquier vehículo en esta primera fase del plan. El objetivo de este anillo es permitir el garantizar la accesibilidad a los comercios del Centro.

El coto al aparcamiento es la medida más relevante para la primera fase de la zona de bajas emisiones, presentada ayer por el alcalde, Luis Salvador, el concejal de Movilidad, César Díaz, y el director técnico del área, Jesús Pulido. Pero no es la única restricción que contempla el proyecto.

A lo largo del tiempo se ajustarán también las condiciones de los residentes para aparcar: no podrán hacerlo los vehículos más contaminantes. Desde 2022 no estarán autorizados a estacionar los que tengan más de 20 años –los que no tienen distintivo de la DGT–. En 2025 quedará prohibido aparcar vehículos de etiqueta ambiental 'B'. Las fechas aún no están definidas al 100%.

Por otro lado, en el futuro habrá también limitaciones al acceso y libre circulación. En segunda fase, desde 2022, sólo podrán rodar por la zona de bajas emisiones los coches que tengan distintivo ambiental. A partir de 2030, según el borrador en el escenario más exigente –sujeto a cambios– sólo podrían entrar los ecológicos. También afectará al transporte público: a partir de 2028 la entrada sólo estará permitida para taxis 'eco'. Todo esto obligará a controlar con cámaras de reconocimiento de matrícula una treintena de accesos al Centro de la ciudad y los dos barrios históricos.

El alcalde de la capital, Luis Salvador, recordó que Granada está entre las tres ciudades más contaminadas de España. «No podemos dejar de actuar y de tener una sensibilidad especial. Estamos obligados a tomar decisiones», señaló.

La ciudad cumple con este proyecto con los mandatos europeos y la Ley para la Transición Ecológica, que se encuentra en tramitación parlamentaria y exigirá que las ciudades con más de 50.000 habitantes tengan zonas de bajas emisiones antes de 2023, entre otras medidas que Granada empieza a activar.