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Más de 15.000 personas disfrutaron de 'La noche mestiza' del Festival del Zaidín.
El Zaidín se llena de espectáculo

El Zaidín se llena de espectáculo

Más de 15.000 espectadores disfrutaron 'La Noche mestiza' y más populosa del festival

juan jesús garcía

Domingo, 11 de septiembre 2016, 00:23

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Siempre se habla de la condición mayoritaria de los Festivales del Zaidín, de que son -y lo son- las citas musicales más frecuentadas de Granada. Y si la primera noche-madrugada sirve para ir entrenando las piernas, la del viernes-sábado y ya la última completamente, suelen sumar varios ceros a la cantidad total de espectadores. Un año más se ha cumplido la tendencia habitual y 'La noche mestiza' puso la sonrisa de satisfacción al presidente de la Asociación organizadora, siempre pendiente de que se llene el espacio para más de 15.000 personas que habilita cada año. Y anoche se llenó, como las calles aledañas y todo el entorno. Arco, The Locos, Juanito Makandé y en menor medida El Jóse y y Hölograma colaboraron a colgar el cartel de 'no hay entradas', que no se cuelga porque tampoco hay entradas.

Pero varias horas antes, siete concretamente, el grupo ganador del concurso del IAJ abrió como siempre en la soledad del 'grupo invitado' del 'telonero' que a su vez es anfitrión de. Es lo bueno de salir en la letra chica de un festival, que si se tiene que leer con gafas, luego no las necesitas desde la primerísima fila. Hölograma, dúo gaditano-granadino compartió premio con Dolorosa (que obviamente con su pop poético y confesional están contraindicados con en el Zaidín) y arrancaron sus máquinas para que lo hiciera la segunda noche de este año. Cráneo y Carlos Thylakos juntan orgánico y sintético, voces, ritmos automáticos y guitarras sobre lo que suman batería de parches redoblando la parte rítmica, que como en todo pop de inspiración kraut, es el sustento insistente de lo escuchado, hasta rozar el hipnotismo psicodélico por repetición. No es de extrañar que los gringos hayan caído fascinados por ellos, no parecen de por aquí.

Dedicar

Y por aquí me refiero sobre todo al segundo programa del Zaidín, donde la cosa callejera y bulliciosa y el flamenquito pop suelen ser protagonistas. Con El José volvimos ya a terrenos conocidos, básicamente el Albaicín, por cuyas aceras trabaja, canta y reivindica hacerlo sin intervenciones de la autoridad competente; motivo por el que hizo la explícita y nada políticamente correcta canción 'Vaya polla de gobierno' (que dedicó a Torres Hurtado y también a Paco Cuenca). El de Güevéjar tiene donde gentes, salero verbal, facultades comunicadoras y su punto de humor (¡eso de citar a 'clásicos como King África!') e igual hace un charlestón que un reggae o un pasodoble, tan cerca de Ketama y Kiko como de la Trinca, y con el perfume naif de la melódica y un flautista que marca la diferencia. Invitó a Manuel de la Corrala para el bis en una muy pedida, hasta con pancartas, 'Me gustan las mujeres locas'.

Para cuando llegó Juanito Makandé el presidente de la Asociación ya sonreía a cara partida. El «artista latino a seguir en 2016» según la prensa internacional sorprendió por su disposición escénica, en forma de media luna con percusiones a los lados y todo lleno de flamencos, músicos y también pájaros, entiéndase, que su disco se llama 'Muerte a los pájaros negros'). Comenzaron con 'Pistolas y Cuchillos' y empezaron ya a brotar los coros, mayormente femeninos karaokeando los estribillos, y con la segunda 'Tocar las nubes' ya estaba el personal comiendo en su mano. Curiosamente Makandé es menos expansivo que los muchos compañeros de la misma baraja, comunica verbalmente más que físicamente y su concierto tiende a la contemplación más que a la quema de calorías. Deja mucho sitio a su compañeros -pero mucho, piezas enteras a su hombre de confianza Fran Cortés- y cuando la sección de metales coge la vez , se deslizan hacia un apreciable horizonte de latin-jazz con querencias funk por momentos. No se equivocaba el BiIlboard, un tipo distinto.

Arco, momento cumbre

Arco tuvo el mejor momento de la noche (apunten los interesados: entre la una y las dos de la mañana se registra siempre el pico de audiencia) y ya que se lo habían puesto en bandeja se dio un baño de multitudes. A él, que decía ir despacito y desde abajo, con la intención de sumar y seguir, ya se le ha disparado la cuenta. Antonio Arco es el que es y no hay otro: un tipo que desprende sinceridad, que es creíble, y que en esto tiempos propone ternura y dialogo, cariño y cercanía.

Que enamora (¡y cómo: no había mas que ver la primera fila suspirado!) con sus reflexiones en voz alta tan de compañero de piso como de autoayuda, y sus canciones, que no se apartan de ese perfil de 'persona humana'. En el Zaidín arrasó por como es y por la magnífica banda que ha montado a su alrededor, con el políglota guitarrista Gonzalo Vereda repartiendo feeling a un lado, un Mario Rodríguez de palpito robusto en el bajo, y atrás el hombre milagro, Zeke Olmo que igual toca batería, que percusiones, teclados y hace voces.¡todo a la vez!. Abrió con un 'Una canción', que es su índice 'A-Z' de todas las canciones que le quedan por hacer, aunque ya tocó dieciséis esta madrugada, incluidas su 'Manuel' (dedicada a su hijo) y 'Mamá' (a su madre), ésta con un Zeke descomunal. En su haber hay que añadir que solventó serios problemas técnicos sin pausar el concierto ni cambiar el gesto, que es como hacen los muy profesionales. Para Arco hay un antes y un después de la madrugada del sábado.

'Aquí hay polvo'

Si juntamos a SKA-P con The Refrescos (sí, los de 'Aquí no hay playa') salen The Locos: son el mismo grupo con cantantes intercambiables. Y si no hay playa, que no, lo que hubo fue polvo, mucho, una columna que lo envolvió todo para ahorro de humo artificial de los técnicos de luces (¡qué enfermedad la suya, por dios, es intoxicación visual!). Y con esos mimbres. y con una cucaracha inflable del tamaño del Eddie de Iron Maiden, y con el descacharrante gusto por el disfraz de Pipi, su mutante vocalista, mantienen vivo y coleando el espíritu del punkrock radical: 'lucha y baila', para desparrame del respetable. Entre risa y risa, entre copla y copla ('Prepotencia', 'Don't worry', 'Pulp ficción', 'Contrato limosna' o 'Sol pal ladrillo', llenas de critica social sin mucho refino) también dejaron constancia de ser una muy solvente banda instrumental atacando los grandes bailables clásicos del ska. Un fin de fiesta que hizo bueno el término. Mucha fiesta.

Anoche el rock volvió a ser protagonista del 'Zaidin Rock' en el tercer concierto de sus festivales. El urbano que es santo y seña del grupo que toma prestado el nombre del mítico 'rey de los gitanos' del Sacromonte, Chorrojumo, y el muy sacromontino también flamenco-metal de altísimo octanaje que facturan Fausto Taranto con Ihmaele y Paco Luque al frente.

Por la parte alta de la madrugada llegarían ya los mítico Ilegales de Jorge Martínez y el mundomundialismo sonoro de la Pulquería.

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