La cultura granadina se asoma a un nuevo escenario
La recuperación de los aforos previos a la pandemia es un bálsamo económico y anímico para el sector, que ha perdido a uno de cada cuatro empleados y encara por fin la salida de la crisis
Los teatros, auditorios y cines andaluces pueden abrir desde hoy al 100% de su aforo. Nadie se atreve a vaticinar cuando caerá el telón de ... la pandemia, pero el sector empieza a respirar en el que, esperan, será el último acto de la crisis. Empresas y autónomos dan un paso más en la recuperación económica, después de la pérdida de 1.339 empleos –uno de cada cuatro– en Granada. Miran a las cuentas corrientes, pero no pierden de vista el efecto 'psicológico' del cambio: creen que ver las salas culturales llenas devolverá la confianza a los espectadores, lo que permitirá multiplicar la oferta en los próximos meses.
La Junta de Andalucía anunció el jueves la ampliación de aforos en este sector al 100% «manteniendo la mayor distancia interpersonal posible y las condiciones higiénico-sanitarias», además de un alivio en las restricciones de instalaciones deportivas y establecimientos de juego. En Granada, estas actividades sumaban 5.656 afiliados a la Seguridad Social a 28 de febrero de 2020, entre autónomos y trabajadores de régimen general. El sector, uno de los más expuestos a los vaivenes económicos, se topó de la noche a la mañana con un cierre total por el coronavirus.
Mientras que los trabajadores de otros sectores iniciaron una recuperación progresiva con la desescalada –interrumpida luego por una sucesión de 'olas' de la pandemia–, la cultura mantuvo su hibernación, con limitaciones de aforo que impedían los grandes eventos. Salieron a la calle a reivindicar que las salas eran seguras, que los cines, teatros y auditorios no eran foco de contagio. La buena noticia del fin de los aforos reducidos llega después de la pérdida del 23% de los puestos de trabajo en Granada. Las empresas de arte y entretenimiento –sin tener en cuenta museos, salas de apuestas ni centros deportivos– son las que más han sufrido la crisis, con una tasa de supervivencia de solo el 47,83%.
En la provincia hay alrededor de 300 bandas musicales, un millar de trabajadores de artes escénicas y 48 salas de cine
La compañía de teatro 'En la Luna' levantó el telón en 180 funciones en el año 2019. En 2020 solo tuvo tres 'bolos' en verano. En 2021 van 40. Su directora, Laura López, es además la portavoz de Gradae, plataforma que representa a los profesionales de las artes escénicas en Granada, y estima que en esta actividad había un millar de trabajadores en la provincia, de los cuáles han estado parados el 75%.
'En la Luna', explica, era una de las compañías más estables de la provincia, con muchas obras en repertorio. Contaba con 14 trabajadores, de los cuales cinco eran fijos. De estos últimos, cuatro fueron despedidos.
Las artes escénicas ya estaban en «caída libre» años atrás, y la pandemia fue un empujón hacia el vacío. Aún es pronto para valorar el fin de las restricciones de aforo en las salas –en la mañana de ayer aún no se había publicado la orden oficial–, pero en los grupos de las compañías de teatro ya han compartido las primeras «reacciones positivas».
Alegría e incertidumbre
No es para menos. Una obra de teatro mueve a decenas de trabajadores: taquillas, seguridad, acomodadores, técnicos del teatro, de la compañía, actores, programadores culturales... En lo personal, Laura López habla de «sensación de incertidumbre». «Es una incógnita cómo funcionarán a nivel de público los espacios cerrados, si tardarán en recuperarse. Ahora empezaremos a andar. Con las vacunas todo va a ir bien.Espero y deseo que la gente venga al teatro, donde se puede controlar todo muy bien, en espacios amplios y completamente seguros».
Los promotores de conciertos también empiezan a ver la luz. Marisa Asensio está al frente de Farasha y es coordinadora de Gestores Culturales de Andalucía enGranada. «Esto ayudará. Es un soplo de aire fresco dentro de esta crisis», opina. Este verano ya ha permitido una reactivación del sector. En su caso, ha organizado 40 conciertos en dos meses, después de casi un año y medio de parón. Ella se encarga de la programación de la sala Aliatar, donde antes cabían 525 personas y con el fin de las restricciones podrán entrar 700. Ya hay actuaciones previstas hasta dentro de un año.
Del éxito de los meses venideros dependerá el sustento de cientos de familias en la provincia. Asensio estima que hay alrededor de 300 bandas musicales, una veintena de empresas de producción y gestión y otras muchas especializadas en sonido, iluminación y otras labores necesarias para sacar adelante un espectáculo. Geca cuenta con 70 gestores, públicos y privados, inscritos en Granada.
«El anuncio del cambio en los aforos fue una agradable sorpresa, y vendrá bien sobre todo para los espectáculos»
Francisco barranco
Director del Palacio de Congresos
En las salas que acogen estas funciones, también se habla ya en clave de optimismo. La más grande es el Palacio de Congresos, un complejo en el que caben desde grandes conciertos a pequeñas convenciones. Su director, Francisco Barranco, recibió como una «agradable sorpresa» el anuncio de la Junta de Andalucía. La limitación de aforos no suponía gran inconveniente para la organización de congresos, que se podían acomodar en salas de mayor tamaño, pero sí para conciertos y otros espectáculos a los que en condiciones normales habrían asistido miles de asistentes.
Ahora, el desafío para el Palacio será la reorganización de los eventos ya programados y con entradas vendidas. Encara el final de año con la presencia de Bertín Osborne, el Lago de los Cines, Miguel Ríos, Perales o Ismael Serrano, entre otros espectáculos.
Los efectos del salto al 100% de aforo no serán solo económicos. Trabajadores y empresarios reciben un bálsamo anímico. Y confían en que el efecto llamada abra la puerta, por fin, a un nuevo escenario para el sector.
Más proyecciones
La oferta en las salas de cine también se incrementará en las próximas semanas. Según datos del Instituto de Estadística yCartografía de Andalucía, en 2019 había 48 salas de cine que reunieron en ese año a 1,8 millones de espectadores. Aquí si influye directamente el aforo. Como explica Tamara Bonilla, directora de los dos complejos de Kinépolis en Granada –Nevada yArmilla–, los estrenos de grandes producciones requerían del uso de varias salas, por la limitación de uso de butacas. Ahora, con el 100% de los asientos disponibles, será posible liberar más pantallas y proyectar otras producciones. Hasta hoy, el aforo era del 75% en las salas. Pero en la práctica, la ocupación era mucho menor, porque había que dejar una butaca de distancia entre los espectadores. «Estamos contentos y podremos ofrecer más contenido. Esto es una gran noticia», resume. Carlos Aguado, gerente de Megarama –el cine del centro comercial Neptuno– coincide en el diagnóstico. El 'multicine' clásico de la ciudad ha mantenido a sus seis trabajadores, pese a la crisis.«Estamos muy contentos. Viene bien tener el aforo completo. Pero además, se da por fin una imagen de que los cines son sitios seguros y se iguala la cultura con otros sectores. Esto es un mensaje de normalidad». Los efectos del salto al 100% de aforo no serán solo económicos. Trabajadores y empresarios reciben un bálsamo anímico. Y confían en que el efecto llamada abra la puerta, por fin, a un nuevo escenario para el sector. La publicación del BOJA, a última hora del miércoles, ha apagado algunas de las expectativas: habrá que mantener un asiento de distancia entre los grupos de espectadores.
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