Cuerva reclama agilidad en la tramitación e insiste en pedir a la Junta el plan específico para Granada
El presidente de los empresarios granadinos demanda coordinación entre gobiernos y que se reduzcan plazos
Mejor que nada, pero insuficientes. Es la valoración, en pocas palabras, que realiza el presidente de la Confederación Granadina de Empresarios y la Cámara de ... Comercio de Granada, además de líder nacional de la patronal de la pequeña y mediana empresa, Gerardo Cuerva. «Los planes de medidas extraordinarias anunciados tanto por el Gobierno central como por la Junta son una buena noticia para la empresa, aunque ni los 11.000 millones del Ejecutivo ni los 730 millones del Gobierno autonómico resuelven por sí solos los graves problemas de nuestra economía después de un año de crisis», señala.
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La aprobación de estas medidas compensatorias a su juicio «llega tarde, cuando ya se han quedado por el camino miles de negocios». «Y cada día que pase sin ayudas, será un día en el que cierren nuevas empresas», insiste.
«Por eso, desde la CGE y Cámara Granada pedimos tanto al Gobierno central como a la Junta de Andalucía la mayor agilidad, que se reduzca al mínimo la burocracia para que estas ayudas lleguen cuanto antes», subraya. Mientras se muestra más crítico con el plan de ayudas del Gobierno, en tanto que los empresarios no han participado en el diseño de las medidas y que excluyen a gran parte del tejido empresarial; en el caso de la Junta de Andalucía, Cuerva entiende que está siendo «mucho más sensible con la empresa y está teniéndonos en cuenta».
«No obstante, también nos preocupan los plazos y, sobre todo, la concreción del plan de medidas concretas para Granada, que sigue siendo absolutamente imprescindible», añade. Cuerva hace hincapié también en la necesidad de coordinación entre el Gobierno central y los planes regionales para que las ayudas lleguen buen puerto.
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«Más allá de estos, los empresarios de Granada reclamamos a las administraciones un plan coordinado que inyecte capital en la empresa, una estrategia común que se traduzca en ayudas directas para la microempresas; préstamos participativos para las más consolidadas; grandes deducciones fiscales para quienes inviertan en la empresa; y una reducción general de la presión fiscal», concluye.
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