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Cuatro paneles «traspasables» formarán la Cruz ganadora del concurso del Ayuntamiento de Granada
Virginia Fajardo y Antonio Rueda, dos alumnos de la Escuela de Arte ESADA, presentarán su «arquitectura efímera» en la Plaza del Carmen el próximo 3 de mayo
Como cada año por estas fechas, el concurso del Ayuntamiento de Granada para dirimir a los responsables de diseñar la Cruz que se erigirá en ... la Plaza del Carmen ya tiene ganador. En este caso, el galardón, dotado con 900 euros y el privilegio del vestir la Cruz del Consistorio el próximo 3 de mayo, irá repartido entre Virginia Fajardo y Antonio Rueda, dos alumnos de la Escuela de Arte ESADA que han vencido gracias a su proyecto, 'Tradición vertical'.
«No nos lo esperábamos, estoy muy contenta y agradecida. Me siento muy orgullosa», ha explicado Virginia Fajardo al periódico IDEAL, poco después de conocer que su proyecto era el elegido por el Ayuntamiento. Del mismo modo, esta estudiante del tercer curso de Diseño de Interiores ha desvelado que se presentaron al concurso «animados por sus profesores», que vieron que el proyecto que habían desarrollado en clase tenía posibilidades de ganar. Y no se equivocaron.
Una simbiosis de tradición y modernidad
Tal y como relata Fajardo a IDEAL, el proyecto que podrán disfrutar los granadinos el próximo viernes consistirá en «cuatro paneles decorados con elementos tradicionales, los cuales conforman el diseño final de la cruz». En palabras de la ganadora, la idea original era «lograr una simbiosis entre la tradición y la modernidad».
«El diseño bajará la Cruz del altar a la calle, pudiendo ser atravesada por las personas que visiten la estructura»
VIRGINIA FAJARDO (GANADORA DEL CONCURSO)
Rueda y Fajardo han optado por los elementos clásicos de las Cruces granadinas para conformar sus cuatro paneles. «Hemos usado un panel en honor a la cerámica fajalauza, otro de manila, otro de cobre y otro de enea. Finalmente, hemos incluido los conocidos claveles rojos para la Cruz», explica Virginia.
Igualmente, la estudiante de la ESADA argumenta que el proyecto completo se apoya en la arquitectura efímera del siglo XVIII ya que la intención de los alumnos era retrotraerse «al esplendor de la construcciones de aquella época en relación al Corpus Christi y al Día de la Cruz». En última instancia, Fajardo ha destacado que, con su diseño y el de Rueda, la Cruz «bajará del altar a la calle, pudiendo ser atravesada por las personas que visiten la estructura».
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