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Viaje al centro del infierno de fuego de Los Guájares
Esperanza. Los municipios afectados porel incendio solicitan que toda la zona sea declarada catastróficapara poder recuperar lo perdido con el fuego
El incendio en Los Guájares ha generado un desastre ecológico y económico para los afectados y también cierto desasosiego por las causas que lo originaron y por el futuro que se cierne sobre los municipios de Albuñuelas, Los Güájares (Alto, Faragüit y Fondón –aunque no ha sido afectado nada en absoluto–), El Pinar (Pinos del Valle y Ízbor), El Valle (Restábal, Melegís y Saleres), y al otro lado de la autovía, un chispazo en la parte baja de Vélez Benaudalla. Infoca lo dio por extinguido finalmente este miércoles 5 de octubre.
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En la España profunda, la Granada profunda, también surgen con fuerza tras la tragedia del incendio, que ha quemado 5.200 hectáreas, las dudas, las habladurías y los rumores. Lo explica José Díaz Alcántara, alcalde de Albuñuelas, en primera línea de fuego durante los momentos más duros, jubilado y sin sueldo por el cargo. «Hay historias para todos los gustos. Hay mil versiones, casi una por vecino».
Según los correveideiles locales, explica, unos dicen que le metió fuego uno que se dedica a la venta de madera quemada y que tenía la pila preparada. Otros dicen que uno quería una finca pero que no podía pagar su precio. Los más avezados dejan caer que ha sido por un ajuste de cuentas por una plantación de marihuana.
«Vete tú a saber», concluye el relato el propio alcalde de Albuñuelas. «El caso es que los cuatro municipios afectados, que viven del turismo y de la agricultura, se han visto completamente afectados».
Por ejemplo, en Los Güájares es todo aguacate y algo de olivo. En El Pinar, hay mucho naranjo y mucho olivo y ahora están empezando con el aguacate. «Claro, como el tiempo va cambiando…», explica. En El Valle, lo mismo, naranjo y se está metiendo aguacate y mucho olivo. También mucho almendro».
El alcalde de Albuñuelas reconoce que económicamente es un destrozo completo. «Hay muchas fincas afectadas y familias enteras que se han quedado sin nada».
Mordor, negro y oscuro
Yel turismo. «El paisaje es parte del atractivo, sobre todo El Valle. Y ahora está todo quemado». Más que turistas o visitantes lo que sucede es que vienen a ver el incendio muchos curiosos, comparte. «Por esta carretera no va nadie y estaba a tope de gente sacando fotos. Parecía Marbella», tira de retranca José Díaz .
Con este panorama, negro como los troncos carbonizados, la población está preocupada. «Sobre todo por saber si van a recibir indemnizaciones. Piensan en el volcán en Palma, y que todavía hay gente viviendo en hoteles. Mucho prometer y luego se olvidan. Es como en el tenis, las administraciones se pasan la pelota y luego, nada», zanja.
El salvavidas de esta zona de la provincia de Granada, a decir de sus lugareños, pasa por el socorro urgente de las administraciones. Antonio Guerrero y Antonio González, agricultores de Güájar Alto, creen que se puede esperar algo de las Administraciones. «Esperemos que se declare zona catastrófica, lo que pude atisbar un mejor futuro», pero no las tienen todas consigo.
La situación del campo es terrible. Todo son colinas, montañas y valles ennegrecidos por las llamas. Si han visto El Señor de los Anillos, Los Guájares es Mordor, ese lugar infecto y oscuro donde habita el mal, un viaje al centro del infierno. Por eso la acción política, burocrática y de repoblación se va poniendo en marcha poco a poco.
Para empezar, el jueves hay una reunión en Los Güájares con una asociación nacional para una suelta de semillas con avioneta en la zona quemada en monte público. «Serán de pino las semillas, digo yo», se responde el alcalde de Albuñuelas. Es un primer paso para la repoblación de la zona.
Suma y sigue, el viernes que viene les han citado en la delegación de la Junta, que parece que viene un alto cargo de la Consejería de Agricultura. «Esperamos que nos hable de la repoblación forestal, de las subvenciones, pero no lo tenemos nada claro». De momento, en estos pagos, al igual que el origen del fuego, todo son habladurías.
Hay un problema añadido. El de los seguros. «Cuentan que las Administraciones solo van a pagar y subvencionar a quien tenía al corriente sus seguros del campo. Pero el campo no deja para seguros, y aquí la mayoría no los tiene cubiertos. Así que me parece que habrá por ahí un buen problema», termina.
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