Solo dos médicos para atender a 4.300 vecinos en Carchuna y Calahonda

La situación se agrava durante los meses de verano, cuando la población aumenta debido al turismo. En estas fechas, el número de residentes puede llegar a cuadruplicarse, pero la plantilla médica sigue siendo la misma. Este déficit en la atención sanitaria ha generado un malestar entre los vecinos, quienes se ven obligados a planificar cuándo se tienen que poner malos para poder acceder a una cita médica.

«Es inviable que tengamos que esperar hasta 15 días para una consulta, incluso para cosas simples como un resfriado», comenta Inma, una vecina de Carchuna. «Si mi hija de cuatro años se pone mala, no tengo otra opción que llevarla a Motril porque aquí no hay pediatra». La falta de personal médico y la sobrecarga de trabajo han llevado a situaciones «desesperantes». María, otra vecina, señala que «al menos necesitamos un médico y un enfermero más. Esto es de risa».

El personal sanitario que trabaja en Carchuna y Calahonda está haciendo un esfuerzo «titánico» para atender a los pacientes, pero las condiciones son extremas. «Nuestros médicos atienden a más de 90 pacientes al día y muchas veces se quedan hasta las 6 de la tarde, aunque solo les pagan hasta las 3», comenta el alcalde Juan Alberto Ferrer . «La situación es muy triste y, a pesar de su esfuerzo, no se puede garantizar un buen servicio bajo estas condiciones».

Las autoridades locales han solicitado una ampliación del personal sanitario, pero se enfrentan al problema de la falta de profesionales dispuestos a cubrir estas plazas. «Aunque invirtamos en mejorar la sanidad, no habrá médicos para cubrir esas plazas. ¿Quién va a venir a trabajar aquí con contratos de un mes o menos?», lamentan desde el ayuntamiento.

Además, la situación es especialmente crítica para los pacientes crónicos, que requieren un seguimiento constante y una atención más personalizada. «No podemos convertir la sanidad pública en un 'McDonald's' de la salud, donde solo se atiendan casos agudos en 10 minutos», añade el alcalde. «Los pacientes crónicos, como los diabéticos, necesitan un seguimiento más detallado».

Además de las demandas hacia las autoridades, los vecinos llaman a la acción de todo. «Es fundamental que nos manifestemos por un servicio de salud digno», afirma Juan Alberto Ferrer. «Si no hacemos constar nuestras quejas formalmente, nada cambiará. Es necesario que se escuche nuestra voz».

Mientras tanto, los habitantes de Carchuna y Calahonda continúan luchando por una atención sanitaria adecuada y digna, conscientes de que si la situación no mejora, muchos se verán obligados a recurrir a seguros privados, algo que consideran injusto tras años de contribuciones al sistema público.