Los socorristas de las playas de Castell de Ferro denuncian el impago de sus nóminas
Los trabajadores acusan a la empresa de retrasos salariales, prácticas laborales abusivas y falta de recursos que ponen en riesgo la seguridad de los bañistas
M. J. Arrebola
Jueves, 22 de agosto 2024, 00:39
Los trabajadores de las playas de Gualchos-Castell de Ferro están pasando un auténtico «calvario». Después de un mes de problemas, han denunciado a la ... empresa Charate por varios incumplimientos graves del convenio de socorrismo, afectando tanto a sus derechos laborales como a la seguridad de los bañistas. A 22 de agosto, 17 días después del límite establecido, los ocho socorristas y el patrón de embarcación siguen sin recibir su nómina del mes de julio.
Según la denuncia, la empresa no solo ha incumplido con el pago puntual de las nóminas, sino que también pretende abonar las horas extraordinarias «en B» y a un precio inferior al de la hora ordinaria, violando así las condiciones establecidas en el convenio colectivo. Además, la empresa se ha negado a facilitar las nóminas a los trabajadores, advirtiendo que podrían llegar a tardar más de un mes en emitirlas. «Nos mintieron con el salario», destaca una ex trabajadora de la empresa.
La situación en las playas es aún más alarmante debido a la escasez de personal. El contrato que establece el ayuntamiento con la empresa destaca que el servicio de salvamento debe contar con 7 socorristas para cubrir todos los puestos, sin embargo, en el mejor de los casos, solo hay 5 socorristas disponibles para toda el litoral. Esto pone en riesgo la seguridad de los bañistas, quienes podrían no recibir una asistencia oportuna en caso de una emergencia.
Además de estas irregularidades, los trabajadores también han denunciado que el máximo responsable de la empresa Charate utiliza prácticas de coacción y amenazas contra los trabajadores para impedir que denuncien las condiciones en las que se encuentran. Estos actos, según los denunciantes, buscan infundir miedo entre los socorristas para evitar que se haga pública la situación. «Nos tratan de niñatos y con desprecio, a mi me bloquearon por intentar expresarme», explican.
Sin seguridad
La antigua patrona de la embarcación cuenta su gran «pesadilla» con una serie de irregularidades graves que la llevaron a presentar su renuncia. Capitanía Marítima de Motril informó que la embarcación asignada para los rescates no estaba despachada (no presentaba papeles), lo que le impedía navegar legalmente. Ante esta situación, la trabajadora, quien es Capitán de Yate y PPER, comunicó de inmediato el problema a su coordinador y no pusieron solución.
La embarcación, que contaba con un motor de apenas 12 caballos de fuerza, no era apta para responder con la rapidez necesaria en emergencias marítimas, situación que fue reiteradamente comunicada a la empresa sin que se tomaran medidas adecuadas. Además, se reconoció que la única persona habilitada para ejercer como patrón no contaba con sustituto durante sus días de descanso.
El Ayuntamiento de Gualchos-Castell de Ferro destaca que la empresa prestó servicio el año pasado y que tiene todas las licencias en regla. El equipo de gobierno es consciente del problema de los trabajadores y la propia alcaldesa, Toñi Antequera, ha llamado al dueño para interesarse por el asunto. «El ayuntamiento está realizando los pagos con normalidad», explican. También destacan que quieren que se preste el servicio de una manera adecuada y que los trabajadores estén a gusto en su labor.
Por su parte, la empresa de socorrismo desmiente los hechos y asegura que está todo en perfectas condiciones con todos sus trabajadores.
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