La sociedad del hotel Casablanca derriba una antigua villa en la calle Bikini de Almuñécar

Los trabajos de demolición de la parcela, ubicada cerca de la playa de San Cristóbal, comenzaron en la jornada del martes, para disgusto de algunos extranjeros, visitantes y residentes de este municipio turístico por excelencia de la Costa Tropical.

Los amantes de esta edificación alegan en un escrito a IDEAL que la arquitectura está claramente basada y tiene reminiscencias en el movimiento artístico 'De Stijl', en el que uno de sus artistas más importantes, fue el pintor vanguardista neerlandés Piet Mondriaan y consideran que solo por eso es o debería ser susceptible de protección. Los mosaicos de su fachada y los elementos, azul, rojo, amarillo y negro recuerdan a los visitantes de la localidad a esta corriente y expresan que es una pena que esta casa, a la que consideran un «monumento» vaya a ser destruido. Apuntan que el inmueble es una vivienda con valor histórico en Almuñécar, pero la vivienda no goza de ningún nivel de protección.

Esta villa estuvo descuidada y ahora que el jardín se ha arreglado se puede divisar la fachada, donde también se hace patente su avanzado estado de deterioro en algunos elementos.

La familia Rodríguez, que gestiona varios negocios hosteleros (restaurante Emiliano) y hoteleros con categoría de tres estrellas en la zona, adquirió la parcela hace algunos años. Explican que la vivienda, que fue en el pasado propiedad de un particular, fue adquirida hace muchos años por el padre de los hermanos que actualmente gestionan los negocios de la sociedad familiar sexitana y que carece de catalogación. Apuntan que tienen todos los permisos preceptivos y, que de haber sido un bien con interés por proteger, Cultura de la Junta de Andalucía o el propio Ayuntamiento se habrían opuesto a su demolición. Es más, señalan que existía riesgo de derrumbe en la infraestructura.

Sus propietarios aún no han decidido para qué emplearán o qué uso le darán a estos terrenos, que se encuentra a espaldas del hotel Casablanca, uno de los establecimientos con solera en la localidad que regenta la familia.

En 2022, la sociedad adquirió también y puso en funcionamiento el hotel Noy, el antiguo hotel La Najarra. La familia reabrió este establecimiento, situado en la calle Guadix y cerca de la playa San Cristóbal, tras reformar completamente sus 38 habitaciones, baños y zonas comunes con un presupuesto millonario.