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Sábado, 17 de noviembre 2018, 01:40
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Cuando llueve en Salobreña –mucho o poco– la parte baja del pueblo se inunda por completo. Tanto, que a veces es complicado atravesar las calles y tanto, que llaman a los padres para que saquen a los niños de los colegios que se encuentran en esta zona. La rotonda de la Pontanilla se convierte en una zona peligrosa que no se alivia por muchas alcantarillas que se levanten. Por eso Salobreña quería buscar una solución a esta demanda histórica. Y ya la tiene. Ahora falta encontrar la financiación. El Ayuntamiento y la Mancomunidad han encargado un estudio a una consultora externa que ha planteado una solución que cuesta 4,5 millones de euros, dinero que el municipio no tiene y que por tanto solicita al resto de administraciones.
«Es un problema histórico que lleva así 20 años. A los niños nos sacaban en camión del colegio cuando llovía y así seguimos. Tenemos que ponerle solución cuanto antes», explica la alcaldesa de Salobreña, María Eugenia Rufino.
El presidente de la Mancomunidad, Sergio García Alabarce, señala que es un proyecto muy demandado y que, una vez que tienen la solución, solo hace falta buscar la financiación y ejecutarla, porque hay que «afrontar» este problema. De hecho, ahora se encargará el proyecto definitivo.
Rufino indicó ya se está trabajando en una línea de subvenciones específica para polígonos industriales y no se descarta la posibilidad de hacerlo por fases. «Voy a luchar por la financiación completa pero podemos hacerlo por tramos y así aliviar la situación hasta que se complete el proyecto, como ha sucedido en las obras del paseo marítimo», apunta la alcaldesa.
El problema de las inundaciones, apunta Julio Roldán, el ingeniero encargado de este estudio, se produce porque la red de pluviales del municipio no está preparada para asumir los excedentes proveniente de las escorrentías del agua de riego por encima de la N-340 junto a la confluencia del agua de la lluvia, y ese aumento del caudal provoca el colapso del sistema. Es decir, la parte baja del pueblo no puede asimilar lo que le llega de las fincas.
La solución pasa por hacer una nueva infraestructura para sacar del municipio este agua del campo hacía el río Guadalfeo, que recogería todas las aportaciones que se producen por encima de la N340 y que contaría con una extensión de más de 2 kilómetros, más otro de red interna, capaz de drenar 11 metros cúbicos por segundo.
Además el proyecto contempla otras actuaciones complementarias: un drenaje del canal de la cota 50 hacia la rambla de la Caleta para aliviar la carga de la cabecera, una reordenación de los canales de riego que vienen de la zona del Hacho y la supresión de la red que pasa por la entrada del municipio, bajo el colegio Mayor Zaragoza.
Esta solución, la de sacar el agua de riego por fuera del municipio, es a juicio del ingeniero, la más económica ya que los terrenos por donde discurren son en su mayoría de dominio público hidráulico o estatales parcialmente expropiados.
«Es una cuestión de vital importancia para nuestro pueblo que aporta un diagnóstico claro de las causas y las distintas alternativas para su solución, algo de lo que hasta ahora carecíamos», expresa la alcaldesa que espera conseguir financiación para acometer el proyecto.
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