Vélez de Benaudalla pone fin a la invasión de cañas en el río Guadalfeo

Estas presas podían generar el desbordamiento del cauce y la consecuente inundación de algunas áreas del municipio. El Ayuntamiento de Vélez de Benaudalla llevaba cuatro años solicitando la eliminación de la caña. La planta se propaga a gran velocidad, empobreciendo la vegetación de ribera, y obstruyendo las infraestructuras que atraviesan los cauces.

Tanto la Junta de Andalucía como el Ministerio de Medio Ambiente han desarrollado un plan para su erradicación porque su expansión dificulta la capacidad de desagüe y en episodios de crecidas extraordinarias, como las últimas lluvias que se han producido en la Costa, provoca inundaciones. La lucha emprendida para la erradicación de las especies invasoras, una de las principales amenazas para los cauces, es un objetivo común para las administraciones responsables de la gestión del dominio hidráulico.

La actuación, que ha empezado esta semana y concluirá en el mes de abril, consistirá en desbrozar el río y extraer los rizomas de la planta para frenar su extensión. La acometida cuenta con un presupuesto de 270.000 euros que ha invertido en su totalidad la Junta de Andalucía dentro de unos fondos de emergencia. La delegación de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible defiende que la eliminación de los cañaverales tiene la intención de lograr el «retorno del funcionamiento de estos ecosistemas» a un estado más natural o equivalente al que tenían antes de su deterioro, conseguir que el río aumente su «resiliencia frente a las perturbaciones naturales que causan daños medioambientales, económicos y materiales».

Además de la eliminación de la caña y la retirada de los troncos, los técnicos han eliminado los vertidos que se habían arrojado al río. La Junta ha recolocado sedimentos y ha mantenido la vegetación de ribera (sauces, álamos y tarajes) para fomentar una «renaturalizacion» del cauce.

«Se han encontrado colchones y bastantes residuos en los márgenes del río», explica el alcalde, Francisco Gutiérrez. «La actuación era necesaria por el bien del entorno. La especie lleva muchos años asentada, pero antes se usaba en agricultura y construcción por lo que no daba tiempo a que se expandiera tan rápido», manifiesta el edil.

Junta y Ayuntamiento se pondrán a trabajar para que en un futuro –no muy lejano– toda la zona pueda ser un corredor verde hasta la presa de Rules con caminos y senderos en ambos márgenes del río.

El Ayuntamiento también ha adquirido el compromiso de la administración andaluza de que limpiarán el barranco de acceso a la zona de los Guájares. El Consistorio pretende dejar esta área, llena de pequeñas fuentes, libre para que los senderistas que acuden al municipio encuentren en el barranco una nueva ruta. El sendero tendrá dos puntos de acceso, desde la subida del municipio y junto al restaurante La Brasa, situado en la N-323. Todos estos pasos están encaminados a convertir Vélez en un reclamo turístico deportivo.

Gutiérrez cuenta que «rescatarán» también los caminos de uso agrario que discurren de un margen a otro del río para crear pasos ciclistas y peatonales. Ya se han puesto manos a la obra para sacar provecho a las fuentes y manantiales naturales para que vecinos y turistas puedan recoger agua. La primera fuente que se adaptará será la de Estreves. Por último el Ayuntamiento estudia iniciar un protocolo para que Vélez sea un municipio que luche contra la huella del cambio climático y se reduzcan las emisiones de dióxido de carbono. El alcalde confía que el plan, que aún está por redactar, salga pronto adelante.