Retiran del mercado parte del pepino de la Costa para remontar los precios
Las comercializadoras destruyen el 30% del producto para que aumente su rentabilidad en Europa tras producir hasta tres millones de kilos más que el año pasado
Pilar García-Trevijano
Motril
Miércoles, 25 de noviembre 2020, 00:40
Las organizaciones agrarias prevén que en la próxima semana Granada y Almería, principales productores de pepino, hayan exportado a Europa hasta 14 millones de kilos, ... una cifra muy superior a los 11 millones de kilogramos que se registraron el año pasado. El clima y las altas temperaturas ha provocado que la producción de esta hortaliza haya aumentado considerablemente.Con la pandemia y el cierre de la hostelería, su rendimiento no ha sido el esperado y los precios se han desplomado. Algo que ha provocado que el sector hortícola tome medidas drásticas y haya decidido destruir hasta que se revierta la situación el 30% del pepino que lleven los agricultores a comercializadoras, alhóndigas y cooperativas.
Los representantes de ASAJA, COAG, COEXPHAL, Cooperativas Agro-Alimentarias, UPA, y ECOHAL de Almería y Granada han acordado la retirada de parte de la producción comercializable de pepino para intentar frenar la crisis de precios que está sufriendo este producto desde el inicio de la campaña.
La pasada semana, las organizaciones agrarias y comercializadoras retiraron 2, 3 millones de kilos con la perspectiva de que, si no había mejora, las medidas podrían endurecerse para lograr una estabilización del mercado con sus propios medios porque las altas temperaturas –que están incidiendo en una superproducción en toda Europa–no parece que bajen.
Actualmente a los agricultores les están pagando entre 10 y 15 céntimos de euro por kilo, mientras que a ellos les cuesta entre 30 y 40 céntimos producirlos. Ante esta situación, han mostrado ya su indignación con algunas pequeñas acciones en Carchuna y Motril. Incluso han llegado a arrojar miles de kilos en la carretera. «No nos gusta que los agricultores tengan que retirar una parte de su pepino sin recibir ni un euros, pero todas las consecuencias de la crisis sanitaria y el clima han sido la tormenta perfecta para dañar al sector», lamenta Manuel del Pino, portavoz de Asaja.
«La intención con este acuerdo es que el valor de la producción y su competividad aumente para que el pepino alcance los 60 céntimos por kilo en el mercado», explica el responsable.
Granada y Almería dominan el 80% de la producción europea de pepino desde noviembre hasta marzo. Francia, Bélgica, holanda y Alemania son otros países productores que ahora mismo no están en el momento álgido de su campaña por lo que España puede favorecerse de su situación para tratar de ajustar los precios. «Almería, pero sobre todo Granada tienen hasta el 80% de la producción de pepino que se genera en Europa.Entre febrero y marzo, otros países comunitarios también compiten y llevan este producto al mercado.Ahora que tenemos la oportunidad y no se ha dado con toda la campaña al traste, es fundamental tratar de regular los precios para que no sea una ruina para los agricultores que tanto esfuerzo emplean para sacar adelante los cultivos intensivo», reflexiona Miguel Monferrer, vocal de COAG. «Se han empezado a instalar contenedores en las cooperativas para recoger aquella parte de la producción que se va a retirar para que no llegue al mercado. Las cooperativas lo llevarán a las plantas de compostaje. Es un mal menor para todos», apunta.
Pasividad de las autoridades
En la Costa de Granada hay cerca de 1.200 hectáreas cultivables dedicadas al pepino. Cada una de estas hectáreas produce 130.000 kilogramos. Según ASAJA, entre las dos provincias andaluzas se producen cerca de 700 millones de kilogramos cada campaña.
Los agricultores de pepino ya se encontraron en una situación similar hace dos años. Las organizaciones lamentan que se esté dejando morir al sector primario y reclaman poder vender a precios justo. Los representantes de las organizaciones del sector de la producción y comercialización solicitarán también a las autoridades regionales y nacionales que defiendan las producciones de la competencia desleal de países terceros ante «la pasividad» de las autoridades europeas han vuelto a poner sobre la mesa la necesidad urgente de un control de los acuerdos con terceros países como Marruecos y la mayor transparencia posible sobre importaciones, cupos y lo que se está controlando en las fronteras.
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