El puerto de Motril aspira a lograr su récord de tráfico de mercancías tras 18 años

Hace casi dos décadas que Motril no logra superar su mejor marca en actividad portuaria. El récord del tráfico de mercancías del puerto se remonta al ejercicio de 2006, cuando se movieron 2,8 millones de toneladas en pleno boom de la construcción. La dársena daba paso al cemento por los muelles a un ritmo vertiginoso en los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria y a la crisis económica.

Ahora, el puerto granadino está en disposición de volver a rozar esa meta en volumen de toneladas pero con unos tráficos totalmente diferentes a los que tenía por entonces. Las previsiones de entrada de cargueros mantiene la esperanza de que se va a acercar a esa barrera de los tres millones de toneladas de mercancías, que históricamente ha aspirado a alcanzar. El 2023 se cerró con 2,6 millones de toneladas registradas. La dársena granadina, a la espera de que Puertos del Estado haga público el balance mensual de julio, puede presumir de haber disparado también sus cifras de viajeros.

El tráfico de pasajeros ha crecido un 37,9%, con 62.348 en total hasta el mes de junio. Entre ellos destacan los 16.954 cruceristas que ha recibido ya el puerto de su temporada, frente a los 45.225 viajeros totales, tanto en cruceros como en líneas regulares, que llegaron a la dársena en el mismo periodo del pasado ejercicio.

Cabe mencionar que el tránsito de vehículos de las rutas en el ferry ha aumentado un 109%. En 2023 se movilizaron 1.204 vehículos a través de la dársena frente a los 2.522 que han pasado por ahora por las instalaciones granadinas.

La actividad pesquera también ha experimentado una subida de un 5% y alcanza las 363 toneladas, 18 más que en el primer semestre del año pasado. En la misma línea, los graneles sólidos, materiales que se transportan sin empaquetar, ni embalar, en grandes cantidades, han crecido un 5%, hasta las 405.495 toneladas, gracias en parte a la actividad minera de la provincia.

Como dato curioso, por ahora el puerto ha recibido el mismo número de buques mercantes, 468, que el año pasado. Eso sí, las exportaciones han descendido un 7,8%, quedándose en 27.069 toneladas menos que el primer trimestre del pasado año.

El presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes, manifiesta que la dársena mantiene el pulso gracias a las importaciones fundamentalmente de las líneas regulares. La ruta de mercancías que une Motril con Tánger Med, una de las dársenas más importantes del norte de África, se recuperó en 2022, después del parón en las conexiones que supuso la pandemia. La ruta ha supuesto un impulso a tráficos como el textil o las piezas de automoción. La pasta de papel, la melaza, la maquinaria de construcción, el alcohol o los combustibles, los tráficos tradicionales, dan el respiro a la dársena. Al igual que las exportaciones de minerales como la celestita, yeso o la dolomita. Otro tráfico que se ha captado es el de minas de Alquife, que ha requerido una inversión millonaria para equipar la dársena con los sistemas ambientales más avanzados que eviten la emisión de partículas. «Con este ritmo, que esperamos incrementar en el segundo semestre del año queremos llegar a superar nuestros tráficos habituales», sentencia. Por último, una mercancía de la que ha prescindido el puerto este año es la chatarra, a raíz de un incendio en el muelle que generó problemas y quejas en el barrio que colinda con el recinto portuario. Además, la Autoridad Portuaria trabaja por continuar e incrementar con la exportación de vehículos.