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David Domínguez es uno de los agricultores afectados por el temporal

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David Domínguez es uno de los agricultores afectados por el temporal JAVIER MARTÍN

«No podemos luchar contra el viento. Yo he perdido 5.000 kilos de aguacate»

David Domínguez es uno de los agricultores afectados por el temporal de viento que la semana pasada tiró gran parte de la cosecha en la Costa y dice que aún se están calculando las pérdidas

Rebeca Alcántara

Motril

Martes, 18 de diciembre 2018, 00:29

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David Dominguez es uno de los agricultores a los que el viento ha jugado una mala pasada. Alrededor de 5.000 kilos de aguacate tiró al suelo el temporal en su finca, lo que supone más o menos la mitad de la producción prevista. Este año, además, Domínguez no había asegurado los aguacates. Las pérdidas serán importantes para él, igual para muchos otros agricultores que han visto como el vendaval se llevaba por delante el trabajo de muchos meses. «No podemos luchar contra el viento. Trabajas durante meses, pero sabes que en un día malo puedes perderlo todo», afirma este agricultor, mientras muestra, en su finca de Motril, las consecuencias que ha tenido el viento.

Aún es difícil calcular a cuántos ascenderán las pérdidas económicas. El agricultor explica que han llevado todo el aguacate que se ha caído a la comercializadora (unos 5.000 kilos en su caso) y que en unos quince días sabrán qué parte se ha podido recuperar, aunque se venda a un precio más bajo. Y es que entre lo que se cae al suelo, hay algunos aguacates que pueden ser vendidos directamente al consumidor, aunque no sean considerados de primera, pero otros sólo sirven para hacer otros productos derivados como el guacamole. En este segundo caso, el precio es aún menor.

A eso hay que sumarle, además, que todo cuenta, los operarios que fue necesario contratar para coger el aguacate del suelo. En el caso de David Domínguez fueron cuatro durante un día y medio.

Domínguez lamenta que este año, por primera vez, había decidido no asegurar su cosecha. «Todos los años pagaba el seguro y no había ningún problema. Así que este año me dije, para cuando llegue el viento en primavera ya estará todo recolectado. Me equivoqué», señala, al tiempo que deja claro que no volverá a producirse esa situación.

Hasta el roce de las hojas en algunos aguacates que sí se han mantenidos colgados del árbol incide en el precio final. «El consumidor come por la vista. Quiere un aguacate perfecto», explica, más aún en el extranjero, donde va a a parar la mayor parte de la producción.

Domínguez señala que en la Costa Tropical las consecuencias han sido importantes. «Ha hecho daño. Hay agricultores que han recogido del suelo hasta 25.000 kilos», lamenta, aunque reconoce que la meterología es muy difícil de controlar.

Carlos Ferrón, técnico de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Almuñécar, precisa que la mayor parte del aguacate que se ha perdido es de tipo Hass, que es el que está ahora madurando. Indica que muchos agricultores aguantan este tipo de fruto en el árbol lo máximo posible para después poder sacarle más rentabilidad. El problema de esta decisión, señala, es que corren el riesgo de que el viento, como ocurrió la semana pasada, tire parte de la cosecha. «Aquí hay dos épocas de viento habitualmente, en diciembre y en primavera. Cuando se aguanta la recogida, puede pasar esto», argumenta y precisa que afecta más a unas fincas que a otras según estén más o menos expuestas.

Sobre las pérdidas, Ferrón se muestra convencido de que si bien es cierto que se va a vender más barato, también está seguro de que llegará a comercializarse de una u otra manera. Además, considera que habría sido peor si se hubiera caído antes de estar ya casi maduro. «Ahora pierde la calidad visual», matiza.

En los próximos días, cuando las comercializadoras hayan analizado en qué estado se encuentra lo recolectado del suelo se podrá hacer un cálculo aproximado de que ha supuesto para los agricultores. En cualquier caso, eso sí, se trata de miles de kilos de aguacates tirados y que, como mínimo, se venderán a un precio mucho menor en el mercado.

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