El pasado glorioso del yate encallado en Carchuna: perteneció a un jeque saudí y protagonizó fiestas de la jet-set marbellí

En tiempos, fue conocido por convertirse en epicentro de la jet-set y por acoger a grandes fortunas de todo el mundo. Además, este barco fue el que utilizó Jesús Gil y Gil para ir a Ceuta durante la campaña del que fuera alcalde de Marbella en la ciudad autónoma en 1999, cuando también se lanzó a la conquista de Melilla y de La Línea. Cuentan quienes estaban entonces al tanto de la calle que el regreso se complicó por un temporal que tuvo en vilo a todos sus tripulantes y a quienes los esperaban en tierra.

Además del barco, el empresario poseía numerosos inmuebles (palacios incluidos) en Marbella, pero también en Egipto, Costa de Marfil o Tánger y era distribuidor oficial de Rolls-Royce en Arabia. También poseía un negocio de automoción de alta gama en San Pedro. Durante años encarnó la opulencia y el lujo más exclusivo y fue uno de los mejores embajadores que pudo tener el municipio en el mundo árabe durante cuatro décadas.

Las fiestas en su residencia marbellí eran sonadas, con la presencia en ellas de grandes estrellas de Hollywood, como Sean Connery. Tanto que la avenida en la Milla de Oro que daba acceso a su palacio pasó a llevar su nombre. La inauguración de aquella vía fue todo un acontecimiento con la presencia de una banda de gaiteros escoceses, miembros de la unidad montada de la Policía Local de gala y varios aviones privados del jeque junto a una formación de aviones militares marroquíes sobrevolando el municipio.

Poco podían imaginar quienes participaron en aquellos fastos que años después la mítica embarcación de jeque quedaría a merced de las olas en una playa granadina. Ashmawi falleció en mayo de 2019. A su muerte, Ahmed Ashmawi, su primogénito, heredó el imperio de su padre. Sin embargo, Ahmed murió también en septiembre del año pasado en Marbella tras una larga enfermedad y el barco fue puesto a la venta.

Su nuevo propietario, un francés, lo adquirió en octubre en Puerto Banús por aproximadamente 400.000 euros. En el viaje de prueba se dirigían a Aguadulce y, tras un fallo en la sala de máquinas, se desviaron a la costa, quedando varado y sufriendo varios desperfectos. Los tripulantes permanecieron cinco horas 'atrapados' en el yate e hizo falta la participación de Bomberos, Guardia Civil, Salvamento Marítimo, Policía Nacional y Servicio Marítimo de la Guardia Civil para su rescate debido al temporal.

La Capitanía Marítima le dio un plazo de 24 horas para elaborar un plan de rescate y la empresa Marina Motril comenzó a prepararlo a instancias del dueño. Sin embargo, cuando Capitanía fue a su hotel a notificarle que perdía los derechos del barco por no haber presentado el plan, se había ido, dejando la embarcación abandonada.

Salvamento Marítimo, con un equipo llegado desde Cartagena, comenzó el viernes pasado a descontaminar el barco y a extraer el combustible para evitar riesgos ambientales. La idea es reflotar el yate al puerto de Motril y, según el estado en que se encuentre, sacarlo a subasta o llevarlo a desguace. Mientras, un nuevo temporal ha paralizado las maniobras y el Neeveen sigue esperando su último destino, esta vez lejos de Marbella.