La nueva vida de los olivos centenarios de La Galera
El Ayuntamiento de Almuñécar reubica más de una veintena de ejemplares para conservar el legado agrícola antes de la construcción de una urbanización en la zona
El sonido de la excavadora se escucha de lejos en la antigua finca de La Galera. En lo alto del monte, el enorme brazo de ... la máquina levanta con cuidado las raíces de un olivo centenario, mientras varios trabajadores observan cada movimiento.
El Ayuntamiento de Almuñécar ha iniciado una operación para salvar más de veinte olivos centenarios que se encuentran en esta zona y que iban a desaparecer por el inicio inminente de una promoción inmobiliaria. Gracias a la intervención del área de Agricultura, Parques y Jardines, estos árboles, que tienen más de un siglo de vida, tendrán una segunda oportunidad en el Parque Mediterráneo, donde se integrarán en nuevos espacios verdes.
Carlos Ferrón, concejal de Agricultura recuerda la historia de esta emblemática zona junto al Hotel Playa Cálida. Según cuenta, era antiguamente una finca agrícola donde había plantaciones de olivos y también de almendros. Al parecer, la plantación data de principios del siglo pasado, porque «son árboles muy viejos». Según el edil se dejó de explotar sobre los años 70 u 80 y desde entonces, todo permaneció abandonado.
Durante décadas, los olivos crecieron en silencio y resistiendo al paso del tiempo. Pero con la llegada del nuevo proyecto urbanístico, el futuro de los árboles se quedó en el aire.
La parcela estaba a la espera de que la promoción inmobiliaria empezara a construir, y el Consistorio al enterarse de que las obras eran inminentes contactó con la promotora, explica el concejal. «Desde Parques y Jardines vimos que se trataba de una especie interesante y que esos árboles, con alrededor de cien años, no podían perderse ni enterrarse en una obra.
Tras las conversaciones, la promotora cedió los ejemplares al Ayuntamiento para que fueran trasladados al Parque Mediterráneo, ubicado justo al otro lado de la carretera. «Estos árboles, que mañana iban a estar bajo tierra o prácticamente eliminados, hoy ya están siendo regados en su nueva ubicación y con una nueva vida», destaca Ferrón.
En estos momentos se están realizando tareas de poda de formación para que sea más fácil el manejo de los ejemplares para poder moverlos con las máquinas.
Ferrón insiste en que se trata de un trabajo que se está haciendo con medios propios del Ayuntamiento y con un gran esfuerzo técnico y humano. «No es fácil mover un árbol de este tamaño y edad». Se trata de ejemplares muy mayores, con raíces muy profundas, pero el equipo está haciendo un trabajo «magnífico».
Nuevos espacios de descanso
Según Ferrón, la intención es trasladar al menos 20 ejemplares, aunque en la finca hay algunos más que podrían recuperarse. La intención del Consistorio es sacar catorce, pero esperan superar la veintena. Según cuenta, quieren aprovechar para generar nuevas zonas de sombra, espacios de descanso, con merenderos bajo estos olivos centenarios.
Además, se van a ganar veredas nuevas, caminos para pasear, y el visitante podrá disfrutar mejor del parque. Este traslado es solo un paso previo a todas las actuaciones que el Ayuntamiento quiere hacer para que el Parque Mediterráneo «tenga mejor acogida y esté más acondicionado para las visitas», explica.
«Estos olivos forman parte de nuestra historia, de nuestra identidad y de nuestro paisaje. Y ahora seguirán aquí, vivos, en un lugar donde todos podremos disfrutarlos».
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