Rescate en la playa de Granada

«El niño flotaba en el agua y estaba muerto»

Era el momento de actuar, pero la mayoría de personas allí presentes se quedaron bloqueadas. «Fueron momentos de bastante angustia porque la gente que estaba alrededor no sabía cómo actuar. Son situaciones en las que los nervios no te dejan reaccionar y, además, si no hay formación es lógico no saber cómo actuar», cuenta a IDEAL Juan Manuel Alcalá, quien disfrutaba del día en esta playa de Albuñol y pudo presenciar todo.

«El niño se estaba bañando con un familiar y, de repente, perdió el conocimiento. Tragó agua y entró en parada cardiorespiratoria», cuenta Juan Manuel, que acudió La Rábita con dos amigos que a la postre se convirtieron en protagonistas de una historia espeluznante: José G. C. y Juan S. S. Se trata de dos agentes de la Policía Nacional, que prestan servicio en el distrito de San Blas de Madrid y en Vélez Málaga, respectivamente. Ellos se convirtieron en los héroes del día. Era el momentosde actuar y estos dos policías fuera de servicio fueron los que sacaron del agua al pequeño de ocho años que evoluciona favorablemente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) Pediátrica del Materno Infantil del Virgen de las Nieves de la capital granadina.

«El pequeño estaba muerto. No tenía pulso, no respiraba y sus pupilas no reaccionaban», cuenta Juan Manuel a este periódico. Fue entonces cuando los agentes José G. C. y Juan S. S. empezaron a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar al niño de ocho años. En ese momento llegó la otra heroína del día: María del Carmen V. C., médica adscrita al dispositivo de cuidados críticos y urgencias de Santa Fe, que ayudó a devolver a la vida al pequeño que se estaba ahogando.

«De repente, el niño empezó a expulsar el agua que había tragado, comenzó a respirar y a tener pulso. Poco a poco volvió a la vida, pero fue un momento muy complicado que, gracias a estos tres profesionales que daba la casualidad que estaban allí, se pudo solucionar», reflexiona Alcalá a IDEAL. Ahora el pequeño está en la UCI con pronóstico reservado y lucha por recuperarse gracias a sus tres ángeles de la guarda.

Causa de muerte

El suceso protagonizado por este pequeño de ocho años no es un caso aislado. Una niña de dos años que se encontraba en la piscina de un cortijo de Otura, el pasado 20 de julio, fue el sexto fallecimiento confirmado por ahogamiento en Granada en lo que va de año. La menor fue reanimada por un equipo de bomberos que estaba en la localidad para apagar un incendio, pero nada pudieron hacer por salvar su vida. Con ella, son 54 las personas que han perdido la vida por esta causa en la provincia desde el año 2015, de acuerdo con los datos que ofrece el Informe Nacional de Ahogamientos (INA), que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), y la hemeroteca de este periódico.

Este 2023, que está siendo el año con más víctimas mortales por ahogamiento del último lustro tras 249 fallecimientos en siete meses en todo el país, deja en Granada seis sucesos de este tipo; esto significa que en solo siete meses ya se ha logrado la cota registrada durante todo el año pasado. A la de la niña de dos años hay que sumar, entre otras, la muerte de un hombre colombiano de 74 años en la piscina municipal de Maracena, así como la que ocurrió el 29 de abril, cuando se ahogó un buzo en el entorno de la playa de Marina del Este, en Almuñécar, y la acaecida a mediados de junio en la localidad de Albuñol, donde una mujer de 58 años apareció ahogada en una balsa de agua de unos cuatro metros de profundidad.