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Miguel Rodríguez y su mujer Conchi con su hijo Miguel, de 16 años y los dos amigos estaban con el chico cuando se declaró el fuego.

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Miguel Rodríguez y su mujer Conchi con su hijo Miguel, de 16 años y los dos amigos estaban con el chico cuando se declaró el fuego. Javier Martín

«Mi Miguelillo es un héroe. Logró escapar del fuego, pidió una manguera y no paró hasta verlo apagado»

Una familia de Gualchos pierde su vivienda en un accidente causado por accidente cuando su hijo adolescente trataba de encender una estufa

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Domingo, 27 de enero 2019, 12:46

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«No se han salvado ni las llaves del coche. Se ha quemado absolutamente toda la casa y lo que no ha ardido está para tirarlo por el humo. Este es el palo más grande que me ha dado la vida». La familia que forman Miguel Rodríguez (49 años), su mujer Conchi y sus cuatro hijos lo ha perdido todo en el incendio de su vivienda que tuvo lugar la noche del pasado viernes en la localidad costera de Gualchos.

Una estufa de leña fue el origen del incendio que ha arrasado por completo la casa de esta familia, en la calle Cerrillo de Gualchos. El fuego se declaró a las once de la noche de este pasado viernes. Los padres habían ido a comprar al municipio vecino de Motril y el tercero de los hermanos Miguel, de 16 años, estaba solo en casa con sus amigos Alejandro y Verónica, de catorce años, viendo la televisión.

El chico intentaba encender la estufa cuando, por accidente, según ha relatado a IDEAL la familia, una llama prendió el sofá y de a partir de ahí el fuego se extendió con una voracidad y una rapidez tremendas, ya que el salón estaba lleno de madera y materiales inflamables.

Los tres adolescentes lograron escapar del fuego. Primero lo hicieron los dos amigos, mientras que Miguel alertó a los servicios de emergencia y permaneció dentro de la casa intentando apagar el incendio hasta que se dio cuenta de que las llamas habían crecido de forma incontrolable y que su vida estaba en peligro. Según cuenta, la puerta principal, por donde habían salido los otros dos chicos, estaba ya totalmente bloqueada por lo que atravesó la vivienda y consiguió escapar por una puerta trasera. Por fortuna, el adolescente solo ha sufrido una quemadura en una muñeca, por la que fue atendido en el centro de salud de la localidad y sus dos amigos están sanos y salvos. Eso sí, los tres tienen aún el susto en el cuerpo.

Con cubos de agua

A la vivienda acudieron de inmediato la Policía Local de Gualchos-Castell, la Guardia Civil, Protección Civil y seguidamente los bomberos de Motril, que extinguieron finalmente el incendio. Mientras llegaban los bomberos, incluso se realizó un perímetro de seguridad, ya que en la vivienda había bombonas de butano. Los propios vecinos del pueblo, con mangueras y cubos de agua, colaboraron a la extinción mientras llegaban los profesionales.

«Mi Miguelillo es un héroe. Ha sido un artista, no sólo logró escapar del fuego sino que no paró de trabajar hasta verlo apagado. Pidió una manguera y no paró», cuenta Miguel padre, que lejos de regañar a su hijo le está dando su apoyo y se muestra orgulloso por su comportamiento en este «fatal accidente». La pérdida económica es un mazazo para la familia pero nada es comparable con ver a su hijo sano y salvo.

«Mi hermano ha sido un campeón, no se quedó bloqueado, pensó en salir por la puerta de atrás al ver que por la principal era imposible y estuvo trabajando como un jabato para apagarlo», apunta Brenda, de 24 años, la hija mayor de la familia tiene su propia casa y ha acogido a sus padres y su hermana pequeña de seis años mientras buscan una solución.

«Aquí no cabemos todos, no se qué vamos a hacer», dice apesadumbrado el padre, que tiene sus esperanzas puestas en el seguro de la vivienda. El jefe de la Policía Local de Gualchos-Castell, Javier Olea, estuvo ayer con la familia para brindarle la ayuda de la agrupación de Protección Civil y decirle que sus vecinos no van a dejarles solos.

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