La joven diseñadora que triunfa con sus pendientes 'made in Almuñécar'

El diseño siempre ha sido la gran pasión de Celia Zambrano, de 26 años, nacida en Almuñécar y graduada en Diseño Gráfico por la Escuela de Arte y Diseño de Andalucía (ESADA). Allí, precisamente, se cocieron las bases de todo lo que hoy representa Lolailas, su marca de pendientes de metacrilato, con la que busca «reivindicar el feminismo andaluz desde un punto de vista folclórico».

El proyecto nació como parte de su Trabajo de Fin de Grado, para el que únicamente creó tres modelos:'Al corazón', 'A la guitarra' y 'A la percusión' -que forman su primera colección, Feminismo Andaluz-.

«Fue difícil porque me pilló en pleno confinamiento. Iba a presentar el TFG en junio, pero el mundo se paralizó y las empresas que me proporcionaban metacrilato me dijeron que para algo tan pequeño no podían ayudarme», ha explicado apenada. Sin embargo, tanto su marca como ella empezaron a tener «una repercusión increíble» incluso antes de presentar el proyecto ante el tribunal en septiembre.

¿El secreto? Celia lo hace todo. TODO. Con sus propias manos, desde el pequeño taller que tiene montado en su casa de Almuñécar. Ella misma diseña los modelos, elige las placas de metacrilato, crea los moldes y hace los cortes con la máquina láser. También se encarga del montaje, del packaging y de, cómo no, enviárselos a sus clientas, mujeres de 28 a 40 años que «no siguen modas». Ah, y si se decantó por el metacrilato fue, en realidad, «por jugar». «Es un material diferente, que siempre me había llamado la atención y que me permite explorar mi creatividad», ha apuntado.

Otro aspecto llamativo de esta marca es su nombre, Lolailas. Resulta que Celia estaba empeñada en incluir una referencia «más pícara» a «las lolas», al pecho de la mujer como símbolo de la belleza femenina. Por otro lado, «lolailo» es una palabra muy andaluza, que define a una persona a la que le gusta llamar la atención, que lleva muchos abalorios... Entonces, «los adapté al femenino, por nosotras, por el feminismo andaluz, y en plural para que nos sintiéramos todas acogidas», ha subrayado la joven.

Eso sí, no todo es color de rosa. «Emprender no es bonito ni fácil. No empiezas a tener un sueldo con el que mantenerte de la noche a la mañana, aunque Almuñécar sí es un buen lugar para empezar. No hace falta irse a la gran ciudad;se puede hacer desde la Costa Tropical», dice orgullosa de su tierra, que ha sido «un gran apoyo» desde el principio y le ha servido de inspiración para una de sus colecciones: 'Sexidream' (el sueño sexitano).

Por lo general, así es cómo trabaja Celia, bajo una inspiración, una temática. «No me gusta hacer pendientes por hacer pendientes. Lo bonito es trabajar desde un concepto. Quiero que mis clientas se sientan identificadas», ha aclarado la creadora de Lolailas, que ya está preparando el lanzamiento de los nuevos modelos para la temporada de otoño-invierno.

Por ahora, los populares pendientes de metacrilato de Lolailas se pueden adquirir tanto a través de su página web como en Frida Shop, en Almuñécar,y en el Atelier Arantxa Orantes, en Granada capital.Y, si todo va como hasta ahora y la marca sigue creciendo, Celia espera poder abrir su propia tienda-taller. «Me encantaría trabajar en un local donde buscar inspiración y exponer mis creaciones. Espero conseguirlo pronto -ha reconocido-. Es mi sueño».

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