«Granada carece de políticos reivindicativos, hacen falta más»
Gustavo rodríguez, exdelegado de Turismo ·
El abogado santaferino, ecologista dentro y fuera de Joaquina Eguaras, vuelve a su despacho para defender el medio ambienteGustavo Adolfo Rodríguez Fernández (Granada, 1961) pisó ayer por última vez su despacho, con sede oficial en la Avenida de Madrid, aunque durante tres años ... y medio ha pasado poco por allí. Se ha pateado y ha descubierto la provincia de Granada como delegado de Turismo. Rodríguez tiene el cariño, ganado a pulso, de la mayoría de los municipios, sobre todo en la Costa Tropical, donde le agradecen que haya desbloqueado proyectos históricos e inversiones para sus playas. Almuñécar homenajeará incluso al delegado saliente con un premio turístico del patronato. El santaferino, que es ecologista confeso, ha honrado la política desde que en 2015 recibiera la llamada de la formación naranja para incorporarse a filas. Después del descalabro de las andaluzas, no se arrepiente de nada, sale más enamorado de la política que nunca y tras su etapa en la Junta seguirá, como abogado, en la defensa de un «bien público»: la naturaleza y el medio ambiente.
–Es su último día, ¿echará de menos este despacho?
–La calle, los empresarios, los ayuntamientos, los pueblos y la gente sí que los voy a echar en falta. Por el despacho no he pasado tanto, había que trabajar fuera, aunque en la delegación contamos con unos funcionarios y un equipo de gente que me ha acompañado en este tiempo, han sido fantásticos.
–¿Qué le han aportado estos tres años al frente de Turismo?
–Personalmente me ha enseñado que hay que resolver rápido porque el tiempo es finito. Teníamos cuatro años y había que concluir y dar respuesta a las necesidades de la gente. Me ha aportado capacidad resolutiva y conocimientos que antes entendía porque me lo contaban, pero no por vivirlo. La sensibilización y la labor de las ONG me fascinó en mi etapa como delegado de Justicia y Administración local. Son muchas cosas lo que aporta la gestión pública si lo haces con ganas y pasión. Granada tenía tanto por hacer, no es la provincia más puntera de Andalucía. Hay y había mucho trabajo.
–¿Qué ha sacrificado por dirigir la delegación territorial?
–Me ha quitado salud y tiempo libre, tiempo de mis hijas. Pero me ha dado más que me ha quitado. La política siempre me gustó y ahora me gusta todavía más. Es aquí donde se deben de resolver las cosas y no en los bares. La satisfacción es grande no me arrepiento ni un segundo.
–Empezó en el CDS y acabó desencantado. Se enganchó hace unos años a Cs, pero el equipo y el proyecto han cambiado mucho. ¿Sigue creyendo en su formación?
–Sigo creyendo en el proyecto de Cs porque no ha cambiado, han cambiado las personas y el problema ha sido la gestión del partido. Ha habido errores garrafales que nos han llevado a una situación de una caída irremediable. Me da pena que un espacio tan amplio y de centro que servía para que los extremos no hicieran de las suyas desaparezca. La mala gestión ha tenido origen nacional y ha contaminado a nivel regional. Al final la formación ha hecho agua, pero el gobierno andaluz ha sido un matrimonio que ha funcionado perfectamente y la labor de Juan Marín y de Cs se recordará muchísimo tiempo.
–¿Ha tenido noticias del PP tras las elecciones andaluzas?
–No, no he tenido ninguna noticia del PP.
–¿Continuará en Ciudadanos?
–En este momento, sí.
–¿Qué logros destacaría de su etapa de gestión?
–Haber dado a conocer en Sevilla que Granada tenía zonas, comarcas y lugares por descubrir y un recorrido muy grande. Esto ha ocurrido sobre todo en la zona del Altiplano, el Geoparque, la Costa Tropical y el Valle de Lecrín. Lo más importante es que la Junta participara de la gestión del Geoparque porque no sabía y no quería saber. Eso se consigue machacando un día tras otro. Fuimos capaces de que en Sevilla se conociera y que en la primera convocatoria de los planes de sostenibilidad turística el Geoparque se llevara los primeros 4 millones de euros. La Costa ha sido una satisfacción inmensa, era un paréntesis de desarrollo entre Almería y Málaga. Tiene un recorrido tremendo, se han logrado mejorar los servicios. En la legislatura anterior se invirtió por parte de la Junta 187.304 euros, frente a los casi 4 millones actuales. La Costa de Granada está muy necesitada de infraestructuras.
-¿Cómo ha sido su relación con el litoral?
Al principio me dijeron que me olvidara de la Costa, que eran muy difíciles. Para mí ha sido un auténtico placer. Después de años en los que no se hacía nada, los ayuntamientos se dieron cuenta de que es posible y se lograron nuevas subvenciones. Me da alegría de que municipios como Sorvilán, La Mamola o Castell hayan logrado subvenciones que le han cambiado la cara a sus playas. Espero que esta inercia continúe porque por primera vez la Costa publica noticias con mejoras de turismo y este año podemos llegar a igualar los datos de 2019. Esto ha sido una siembra, un trabajo por las dos partes. Mi relación ha sido estupenda con alcaldes y concejales de distintos signos políticos. Por ejemplo, en Almuñécar se ha logrado también 2,5 millones para un museo subacuático, gracias al empeño de Daniel Barbero por mejorar las infraestructuras turísticas. Este parque va a poner a la localidad a nivel internacional como uno de los mejores lugares para bucear. Queda todavía por hacer en Granada, sobre todo en la costa, no se puede bajar la guardia.
-¿Qué mejoras se han conseguido para el Valle de Lecrín?
-El Valle de Lecrín tiene un clima tan especial, es un rincón tan bonito y con una historia particular. Se disfruta del agua de Sierra Nevada y del olor de los limoneros y naranjos.
Fue una de mis primeras actuaciones como delegado, se presentaron algunos alcaldes para ver cómo podíamos colaborar con ellos en tratar de impedir que las torres de alta tensión cruzaran 14 líneas por encima de ese valle de naranjos y limoneros. Me llegó tan hondo y me impliqué por mi defensa del paisaje y la naturaleza. Por muy limpia que sea la energía que se va a generar a través de molinos o de placas solares hay paisajes donde no se debe de instalar. Contacté con grupos ecologistas y con todos los delegados. Se consiguió paralizar el proyecto. Más tarde organizamos las primeras jornadas gastronómicas y de turismo activo del Valle de Lecrín, quiero recordar especialmente a la asociación de empresarios de Turismo y a Isaias Padial, que está haciendo un esfuerzo por desarrollar un turismo responsable y silencioso.
Las cosas hay que hacerlas con respeto a la historia, paisaje y tradiciones. Luchare donde esté para que el Valle se conserve. Es una tierra magnífica que se está descubriendo fuera de España, gracias a 'Entre limones: historia de un optimista', una novela del músico Chris Stewart, que fue Best seller en Inglaterra y que puso al Valle en el pensamiento de los ingleses. Tienen un futuro muy bueno. Deseo a la localidad suerte para que con fondos Next Generation de la segunda convocatoria extraordinaria se pueda hacer una ruta histórica con 38 pueblos, desde Otura y el suspiro del moro hasta Almería. Estas rutas históricas, promovidas por el alcalde de Órgiva, terminará en Adra y pasará por el castillo de Mondújar, donde está enterrada Aixa, madre de Boabdil.
–¿Qué se queda pendiente?
–Se queda pendiente el plan de grandes ciudades de Granada capital, que no se ha ejecutado todavía. La Junta pone cinco millones, el Ayuntamiento tiene que destinar otros cinco millones y se está retrasando excesivamente por parte del consistorio. Me gustaría también que en la próxima legislatura se lleve a cabo el proyecto de la senda tropical para unir Almería, Granada y Málaga y vertebrar la Costa de forma natural. El proyecto es costoso, al menos habrá que destinar de 12 a 14 millones, pero sería de las mejores inversiones desde el punto de vista turístico porque es innegable que lo que el litoral necesita son las canalizaciones de Rules y los espigones.
–¿Cómo encontró la delegación?
–Me la encontré como un organo burocrático y yo quise que fuera un órgano reivindicativo para la provincia, aunque reconozco que esa no es la función de una delegación. Pero me daba la sensacion de que no se hacía mucho más que tramitar subvenciones. No era un órgano de impulso, éramos los pies, las manos y la cabeza de Sevilla. Hay que trabajar por tu provincia. Granada ha tenido falta de políticos reivindicativos. Lo de Rules no ocurre en cualquier sitio. Se ha tardado 27 años en conectar Almería con Málaga y 15 años en conectar Granada y su Costa por la autovia. Hacen falta más políticos reivindicativos. Debemos ser delegados de Granada en Sevilla, no un gestor que Sevilla pone en Granada.
–¿A qué se va a dedicar ahora?
–He sido abogado durante 30 años de mi vida y voy a volver al arado, como decía Cincinato el romano. Tengo una pasión y trataré de dedicar mi actividad profesional a la defensa de un interés que urgente como es la defensa del medio ambiente, la tierra está maltratada. No hay nada mas importante en este momento.
–¿Piensa volver a la primera línea política?
–Depende de lo que se ofrezca. Dejé la política cuando desapareció el CDSporque no me sentía identificado con nada y con la vuelta de Cs sentí ilusión. Cs o se refunda o es imposible que continúe. Nunca cerraré la puerta a seguir en la política porque me gusta y se pueden hacer muchas cosas. Puedo decir que he sido feliz estos tres años y medio.
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