Los bañistas comienzan a guardar sitio en las playas granadinas

José María y Carmen llegan con todos los «bártulos». Estos granadinos, como muchos otros, vienen a pasar sus vacaciones a la Costa. Están solos y madrugan siempre para echar un día de playa, «hoy hay poca gente», comentan. José mientras clava su sombrilla en la tierra explica que la zona se llena de gente y entiende que «no es nada cívico» que la gente ponga la sombrilla y se vaya. Ambos aseguran que todos los días desde bien temprano hay mínimo tres o cuatro filas con gente, «los fines de semana es horroroso», añaden.

Por su parte, María y su marido son de los que dejan las cosas en la orilla, desayunan en el apartamento y luego, más tarde, vuelven a la playa. Ellos entienden que no está bien realizar esta práctica, pues hay mucha gente que va a la costa y no encuentra sitio, «es normal que a la gente le moleste cuando llegan y ven las sombrillas sin personas», explican. Conscientes de que están expuestos a sanciones, esta pareja no tiene pinta de cambiar su postura, «todo el mundo lo hace, no vamos a ser nosotros menos».

Niños y mayores disfrutan del buen clima que brinda la Costa Tropical, Cristina baja todos los días con su pequeño de 4 años para darse un baño y pasar un día agradable, «la playa de La Guardia es un entorno familiar, mucha gente trae a niños, venir con antelación a soltar las sombrillas y macutos genera mayor comodidad para cuando venimos con los críos», afirma. Esta granadina añade que por la mañana bien temprano ha bajado y ha puesto hasta la piscina de su hijo.

Margarita y Juan vienen desde Guadix a echar la quincena. Llevan dos años veraneando en la Costa granadina y ven con «muy buenos ojos» el hecho de llegar y poner la sombrilla e irte al bar o a casa, «nos parece bastante mal», explican.

A pesar de las desobediencias de ciertas personas, Salobreña recoje en su ordenanza de uso y disfrute de playas la siguiente normativa en la que queda prohibida la permanencia de sombrillas, parasoles, butacas y demás enseres sin la presencia de su propietario, con la finalidad de reservar espacio físico en la costa, «los objetos que se encuentren en estas condiciones serán retirados y almacenados por las autoridades locales», detallan.

Además, informan de que dichos objetos permanecerán almacenados en dependencias municipales durante un periodo máximo de catorce días naturales. Si, transcurrido dicho plazo, no fueran retirados por sus dueños, previo pago de 30 € en concepto de gastos originados por la retirada, tendrán la consideración de «residuo» y se procederá a su eliminación.

Este año además, han optado por dialogar con los veraneantes, «los operarios de playa y limpieza se encargan de conversar con los bañistas para prevenir», destaca Luis Cano, concejal de Playas de Salobreña. Además, añade que el problema se ha reducido con respecto a años anteriores.

Las multas por guardar sitio en la playa con sombrillas pueden variar considerablemente dependiendo de la ubicación y las regulaciones locales. En Andalucía, varias provincias y municipios han implementado normativas específicas para evitar la ocupación indebida de espacios en la costa con sombrillas, sillas u otros objetos.

Y es que en muchas ocasiones las sanciones pueden oscilar entre los 100 y los 750 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción y la normativa local.

Según la ordenanza de los ayuntamientos, las localidades de la Costa pueden multar a los bañistas con hasta 300 euros.

En Almuñécar acabaron de raíz con este problema el año pasado. El ayuntamiento creó el año pasado una campaña informativa con pegatinas durante una semana advirtiendo de la retirada por abandono de enseres en las playas. Esta localidad que presentaba problemas sobre todo en la playa de Velilla ha logrado concienciar a la ciudadanía y destacan que «nadie se está quejando». El verano anterior en tan sólo un fin de semana se llegaron a precintar 150 sombrillas, pero aseguran que no tuvieron que requisar ninguna.

Desde el consistorio aseguran que los propios usuarios de las playas, llaman la atención a los propietarios cuando llegan a ocupar las sombrillas para que no realicen esta práctica lícita, aunque de todos modos, siempre están alerta «creemos que ha funcionado correctamente la campaña de concienciación», aseguran.

Desde el Ayuntamiento de Torrenueva Costa destacan que desde el COVID, han ido «frenando» este problema. En aquella época, se empezaron a confiscar enseres que se utilizaban para reservar espacios porque se creaban «muchos conflictos» entre los usuarios. El consistorio ha recordado que la Ordenanza de Uso y Disfrute de las Playas de Torrenueva Costa, Artículo 10, contempla:

«Queda prohibida la permanencia de sombrillas, parasoles, butacas y/o demás enseres, con la finalidad de reservar el espacio físico de la playa siempre que su propietario/usuario no se encuentre con ellos; así mismo, queda prohibida la colocación de sillas, bancos u otros objetos que dificulten la circulación en los paseos y accesos a la playa».

El ayuntamiento destaca que el año pasado, hubo zonas donde algunas personas no respetaban esta normativa y finalmente se tuvo que proceder a la confiscación de enseres.

Este año, a modo de novedad ante esta problemática, se han intensificado los controles y se ha modificado la infografía de todos los accesos a las playas, donde se especifica mejor este aspecto de la normativa, dejando clara la postura de que no se pueden reservar espacios. Aseguran que hasta el momento no han recibido quejas al respecto en lo que va de verano.

Por su parte en Motril, José Peña, Teniente de Alcalde de Playas enfatiza que las playas motrileñas no suelen tener este tipo de problemas, «tenemos una gran extensión de playa», añade.