El promotor de Calahonda sufrió torturas antes de morir porque querían robarle
Policía Nacional ha detenido a dos vecinos de Motril, uno de ellos ha sido localizado en Irún, como presuntos autores del crimen, y uno de ellos ha sido enviado a prisión
José R. Villalba y Pilar García Trevijano
Granada | Motril
Viernes, 29 de noviembre 2019, 01:52
El promotor de Calahonda, asesinado el pasado 12 de noviembre, fue torturado antes de morir tal y como ha demostrado el informe forense preliminar donde ... se hace patente el ensañamiento que emplearon los asesinos contra él. Todo ello ha trascendido el mismo día en que la PolicíaNacional de Motril ha puesto a disposición judicial a uno de los dos detenidos por este homicidio. Este individuo, un indigente de la ciudad motrileña, fue enviado a prisión ayer por la tarde. Los investigadores lo detuvieron el pasado lunes.
El otro arrestado ha sido localizado en la ciudad guipuzcoana de Irún adonde había huido, seguramente, tras saber la detención del primer arrestado el pasado lunes. Policía Nacional lo localizó ayer por la mañana en la ciudad de Irún, gracias a una orden de busca y captura cursada por los investigadores de la policía judicial de Policía Nacional de Motril. Este individuo permanece en los calabozos de Policía Nacional de Irún y comparecerá ante el juez de esta ciudad guipuzcoana, seguramente mañana sábado o el domingo. Los responsables policiales de la investigación de este caso se han desplazado a Irún para tomarle declaración a este individuo.
El arrestado es natural de Motril y antes de estos hechos era titular de una pequeña empresa que dejó de funcionar hace ya un tiempo, según ha podido saber este periódico de fuentes consultadas en el País Vasco.
Los investigadores también han logrado localizar el coche robado a la víctima de este crimen, que ha sido utilizado por el arrestado ayer para huir hasta Irún. El vehículo también es una prueba muy importante en este caso por la cantidad de indicios que puede aportar para esclarecer este crimen.
Supuestamente, el individuo arrestado ayer atravesó los mil kilómetros que separan Irún de Motril con el coche del finado, con la finalidad de pasar a Francia en cualquier momento para dificultar más aún su detención. De Irún a Hendaya, donde está ubicada la frontera, apenas hay un kilómetro, lo cual indica que fue arrestado cuando estaba a punto de pasar al país galo.
La brigada de policía judicial de Policía Nacional de Motril y los agentes de Científica han hecho un trabajo excepcional para desenmascarar a los presuntos homicidas en un caso que ha dado pie a muchas hipótesis y distintas líneas de investigación hasta que finalmente fraguó la tesis del móvil económico.
Buscando dinero
Los homicidas iban buscando dinero. De hecho, lograron robarle una pequeña cantidad pero debieron creer que este hombre disponía de mucho más. Pincharon en hueso. El fallecido, de 72 años, cobraba una pensión de militar después de trabajar como teniente coronel de Farmacia en el Ejército. Estuvo destinado enCanarias antes de regresar a Motril. Una vez asentado en el litoral granadino decidió embarcarse en una nueva aventura profesional como promotor inmobiliario. Ganó mucho dinero con su nueva ocupación, pero la crisis económica e inmobiliaria lo dejó tiritando y con numerosas deudas. En la actualidad, sólo disponía de una pensión y poco más. Por eso, sus verdugos se equivocaron de persona: creyeron que este hombre vivía en la abundancia como sí lo hacía en los años previos a 2008. Se encontraron con todo lo contrario.
Tras ser asesinado en su vivienda, los asesinos trataron de borrar pruebas limpiando el habitáculo pero los agentes de la Policía Científica hallaron numerosos indicios como ADN, huellas y otros más que han resultado determinantes para la detención de los dos individuos arrestados. De momento, no se sabe si estas dos personas acusadas del homicidio fueron las mismas que estuvieron preguntando a los vecinos del edificio, donde vivía el finado en Calahonda, un día antes del asesinato. Los investigadores aún tienen trabajo antes de cerrar este caso, sobre todo, por las numerosas comprobaciones que deben efectuar aún.
El Juzgado de Instrucción número 4 de Motril mantiene el secreto de sumario sobre esta causa y previsiblemente no lo levantará hasta que no declare en sede judicial el detenido ayer en la ciudad de Irún, sobre quien hay numerosas pruebas que lo incriminan en este asesinato.
Finalmente no fue un crimen pasional ni por encargo, se trataba de un robo donde la víctima ha sido torturada antes de morir.
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