Atan y apalean a dos inquilinos en una casa de Salobreña para robarles 193 kilos de 'maría'

La Guardia Civil ha detenido a un individuo rumano acusado de detención ilegal -término utilizado para denominar en el Código Penal un caso de secuestro-, lesiones, tenencia ilícita de armas y un delito contra la salud pública. Los hechos sucedieron el pasado viernes en una casa alquilada en la urbanización Los Alminares de Salobreña, a pocos metros de la playa de esta localidad.

Un vecino que se encontró con una patrulla de la Guardia Civil advirtió a los agentes de que estaban robando en una vivienda de la citada urbanización. Los guardias se encontraron con las puertas abiertas de una casa y una vez dentro hallaron a dos jóvenes atados a sendas sillas y con signos claros de haber recibido una brutal paliza.

Los agentes los desataron, les prestaron los primeros auxilios y posteriormente los trasladaron al Hospital de Motril donde fueron atendidos de un importante número de heridas que presentaban en rostro, cuerpo y cabeza. Pero antes de este traslado al hospital, otra patrulla de la Guardia Civil localizó a un individuo saltando por una ventana de la vivienda para huir hacia un coche aparcado en la calle. Este sujeto resultó ser un varón de nacionalidad rumana, presuntamente vinculado con la agresión y secuestro de los dos jóvenes atados a las sillas.

Los agentes se dirigieron al coche hacia el cual se encaminaba este arrestado y la sorpresa fue comprobar cómo en su interior había 193 kilos de marihuana almacenada en una caja, supuestamente robada en la casa donde fueron encontrados las dos víctimas del robo.

No sólo eso, en el interior de la vivienda de la urbanización Los Alminares encontraron en una habitación 1.260 plantas de cannabis sativa y en otra 1.200 esquejes o plantones de la misma variedad de cultivo. El móvil de la agresión y secuestro, según la escena del delito, está suficientemente claro: el robo de la marihuana.

La Guardia Civil halló en el interior de esta casa un sofisticado sistema de cultivo de última generación. Disponían de cuatro aparatos de aire acondicionado industriales, de filtros de carbono que aíslan por completo el olor de la marihuana e incluso los técnicos de Endesa -empresa suministradora de electricidad- se las vieron y desearon para localizar el enganche ilegal al suministro eléctrico. Los propietarios del cultivo habían escondido los cables en las paredes de la casa y era casi imposible detectarlos.

Los agredidos, detenidos

La vivienda, según ha podido saber este periódico por fuentes consultadas en Salobreña, fue alquilada el pasado mes de noviembre por el precio de 700 euros al mes. El propietario del inmueble no tiene nada que ver con este hecho delictivo. Los dos jóvenes maniatados y agredidos sí, ya que ambos fueron arrestados también por un delito contra la salud pública y otro contra el fraude en el suministro de electricidad.

La Guardia Civil investiga ahora qué otras personas participaron en este hecho delictivo ya que no es normal que un solo individuo sea capaz de agredir y maniatar a dos jóvenes para robar los 193 kilos de marihuana que se intentaron llevar sin demasiado éxito. La investigación sigue abierta.

Los investigadores también hallaron en la vivienda una pistola, fabricada en Chequia que ahora se está investigando si pertenecía a los dos jóvenes maniatados o al individuo detenido cuando huía. Los dos jóvenes parece ser que eran los responsables de guardar y cuidar la plantación pero todo apunta a que por encima de ellos había algún tipo de organización propietaria del cultivo de cannabis sativa.

No es la primera vez que en la provincia de Granada se registran problemas derivados por el cultivo de la marihuana. Sin ir demasiado lejos, en la Zona Norte de la ciudad de Granada se contabilizaron dos crímenes a principio de año vinculados con la marihuana. En Fuente Vaqueros hubo hace apenas un mes más de quince detenidos por un enfrentamiento entre dos bandas que se acusaban mutuamente de robo de marihuana. Tampoco debe olvidarse el asesinato de 'el Nata' hace ya dos años y medio, cuando fue acribillado en La Zubia en un enfrentamiento entre dos bandas por un presunto robo de droga de cannabis sativa. El autor fue detenido en la costa del Levante, donde se encontraba escondido tras este suceso.

Fuentes policiales consultadas advierten de que la marihuana está generando cada vez problemas más serios y episodios delictivos escandalosos.

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