El Decathlon, un paso más cerca de Motril

El proyecto se dio de bruces el pasado mes de abril cuando la tramitación para la recalificación de suelo verde de la parcela no fue aprobada en pleno por la negativa de IU y la abstención del PP -una sorpresa por haber sido justo este partido el que impulsó el proyecto en sus años de gobierno en Motril-. El Partido Popular justificó entonces la abstención en la ausencia de información sobre el proyecto. «Se han incorporado nuevos documentos y no podemos votar sin saber qué gestiones se han hecho. Si quieren nuestro voto, tendrán que llamar e informar», aseguraba en abril Luisa María García Chamorro.

Entonces, el pleno no sacó adelante los dos nuevos requisitos legales que les exigía la Junta de Andalucía para convertir la parcela en terreno urbanizable: un informe de sostenibilidad económica y otro ambiental que sí fue aprobado posteriormente, según señalan fuentes del Ayuntamiento de Motril y que fue elevado a público para que colectivos o partidos pudieran presentar alegaciones.

Una vez transcurrido este periodo, el equipo de Gobierno presentará en el pleno del próximo día 28 de octubre el nuevo expediente de regulación en el que se da contestación a las alegaciones, que fueron presentadas durante los meses de junio y julio y que han sido 'resueltas' por el área de Urbanismo durante el mes de septiembre, según informaron los técnicos del Ayuntamiento.

Ahora, y si el pleno da luz verde al expediente en esta ocasión, todo quedará listo para que la Junta de el visto bueno definitivo y pueda concretarse una fecha para comenzar a urbanizar la parcela, algo en lo que confía el equipo de gobierno.

El primer teniente de alcalde de Urbanismo, Antonio Escámez -que también formaba parte del gobierno cuando el PP sacó el proyecto- se mostró optimista ante la votación del próximo 28, en la que espera contar con los votos favorables del Partido Popular, que se sumarían a los del equipo de Gobierno -PSOE y PA- y que les daría la aprobación en pleno. «Si todo va bien -y eso es lo que esperamos-, el mes que viene nos reuniremos con la Junta de Andalucía en Sevilla. De esa reunión saldrá la fecha concreta en la que podremos comenzar a urbanizar el terreno», aseguró Escámez.

La corporación municipal no espera el apoyo de IU, que siempre se ha mostrado contrario a este proyecto al que consideran un «pelotazo urbanístico» y al que además califican como la puntilla para los comercios tradicionales motrileños. Según criticó en pleno la concejal de IU en el Ayuntamiento de Motril, Inmaculada Omiste, este colectivo no ha recibido ayudas por parte del Ayuntamiento, que ahora «se posiciona a favor de un urbanismo a la carta» que favorece a las grandes superficies, afirmó la portavoz.

Precisamente la asociación de comerciantes ha sido uno de los colectivos que ha presentado alegaciones al expediente del proyecto, según pudo saber este periódico, a las que se sumaron también escritos por parte de asociaciones de ecologistas y «otros propietarios que se sienten amenazados», señalaron técnicos del Consistorio.

¿Por qué aquí?

Uno de los principales argumentos de los contrarios al proyecto es la elección de este preciso terreno ubicado junto al Alcampo, preferencia que no entienden puesto que, según señalan, Motril cuenta con 200.000 metros cuadrados de suelo comercial donde podrían instalarse las empresas. De ahí que califiquen de «pelotazo» la urbanización.

Pero los promotores no se sienten atraídos por el suelo de otras zonas que ya cuentan con metros de suelo comercial como el cuartel de aviación -el MOT 4-, puesto que se trata, según señalan, de un área que se encuentra alejada de los núcleos comerciales que ya existen en Motril, además de ser lugares sin urbanizar y que implicarían el desembolso de una inversión extra por tener que construir una nueva subestación transformadora.

Un argumento que defiende el arquitecto del proyecto, Ángel Gijón. «Las empresas, como es lógico, quieren estar donde ya está el foco comercial consolidado en Motril, con unos accesos que se mejorarían con esta obra. El grupo Godoy Durán -los inversores- han apostado fuerte por Motril y compraron esos terrenos a precio de urbano», señaló.

También favorable al proyecto se manifestó hace unos días la alcaldesa de la localidad, Flor Almón, que corroboró que, una vez la Junta de el visto bueno final, el Ayuntamiento iniciará los trámites propios con los que sacará a concurso las obras, procedimientos que ya no necesitan pasar por el pleno. «Desde el Ayuntamiento, seguiremos luchando para consolidar esta nueva área de oportunidad en Motril. Tenemos que apoyar este tipo de proyectos para atraer la llegada de empresas que llevan consigo aparejadas la creación de empleo», declaró.

El proyecto

Según informaron fuentes de la empresa promotora a IDEAL, la implantación de este parque comercial en Motril traería consigo una inversión de más de 10 millones de euros, así como la creación de un centenar de puestos de trabajo directos e indirectos. Concretamente, «la innovación de suelo supone 21.000 metros cuadrados. De techo son sólo 6.500, ya que el resto se dedicaría a aparcamientos y zonas verdes. Además, se aligeraría la entrada de Motril con una nueva rotonda», explicaba el arquitecto Ángel Gijón. A su vez, lamentaba la dilación en la resolución del expediente. «Lo que en otra comunidad autónoma estaría en un año, aquí necesita más de tres».

Y es que la tardanza en la resolución del expediente de regulación de suelo puede convertirse en miedo por parte de los promotores, que pueden ver cómo las empresas que quieren instalarse junto al Alcampo terminen eligiendo otras ciudades. Una posibilidad en la que no cree la alcaldesa de la localidad, Flor Almón quien aseguró que el Ayuntamiento mantiene diálogos periódicos con estas empresas que quieren instalarse en Motril.

Y es que, desde que se inició el proyecto en 2004, cuando el anterior equipo de gobierno del PP impulsó la modificación del Plan General de Urbanismo, han pasado ya años de escollos, trámites y anexos que aprobar. Ahora, el Ayuntamiento de Motril intentará saltar esta última traba administrativa, en una carrera de obstáculos que, sin embargo, tendrá que enfrentarse luego a las fechas de un calendario que no estará claro hasta que se produzca la reunión con la Junta de Andalucía.