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EFE
Jueves, 25 de septiembre 2014, 15:41
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Los vecinos de la urbanización Cármenes del Mar de La Herradura, en Almuñécar (Granada), han pedido a la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, que articule las ayudas urgentes para frenar el deterioro de más de 400 viviendas y ejecutar las medidas cautelares aprobadas por un juzgado.
La urbanización con 425 casas se vendió entre los años 2001 y 2005 por precios que rondaron los 100.000 euros y desde su construcción, la ladera de Cerro Gordo en la que se ubica ha sufrido corrimientos de tierra que han ocasionado el derrumbe de algunas de las casas, la clausura por riesgo de otras 15 y desperfectos graves en la mayoría de las viviendas.
Los vecinos han reiterado este jueves su petición de ayuda a la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, para poder ejecutar las medidas cautelares ordenadas por una auto del juzgado de Primera Instancia 12 de Granada antes de que comience la temporada de lluvias.
Los afectados denunciaron a nueve responsables de diseñar y construir las viviendas con graves daños en una causa pendiente de sentencia, aunque el juzgado ordenó como medida cautelar ejecutar obras de sostenimiento valoradas en 4,5 millones y el embargo de bienes de los demandados por valor de 3,6 millones de euros.
Para poder ejecutar esas obras de emergencia que impidan nuevos daños en las viviendas, los vecinos han pedido a Crespo que "haga un último esfuerzo", según han detallado en un comunicado.
"Conoce perfectamente la situación que tenemos y sabemos que desde diferentes instituciones públicas se está trabajando para agilizarlo y que hay voluntad de ello, pero los días pasan y no terminan de dar el último paso que impida que los daños sean irreversibles", ha explicado el portavoz de los afectados, Ignacio Martín.
El auto ordena a los demandados a mantener los equipamientos que contribuyan a la estabilización de la urbanización, como muros de contención y anclajes, la vigilancia y en su caso, eliminación de cualquier riesgo para personas, y la consolidación del terreno en el que se cimentan las viviendas.
Las obras tendrán que proteger y sanear los taludes y laderas de Cerro Gordo frente a erosiones, caída de bloques y desprendimientos.
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