El cordero como contenedor de historias
Sergio García y Lola Moral transfieren el estilo gráfico y narrativo de sus cómics a la piel del animal
IDEAL
Sábado, 13 de enero 2018
Un cordero en alerta ante las amenazas a las que se enfrenta es el trabajo presentado por Sergio García y Lola Moral para la campaña ' ... Always Segureño', una idea que emana de los recuerdos que el accitano tiene de sus tíos José y Antonio, pastores en Gorafe. «Siempre vivían con el miedo a que sus corderos pudieran enfermar o morir por la picadura de una serpiente o 'bicha', como la llamaban, o capturados por un águila», rememora el ilustrador.
Ahora bien, su propuesta no solo conecta el lienzo con su infancia, sino que también enraíza con la obra de estos dos exponentes de la narración multilineal. «Queríamos trasladar el lenguaje que usamos cuando hacemos cómics a una pieza en tres dimensiones», comentan. Así, su estilo se aprecia en la articulación de varios personajes dentro del lienzo de forma simultánea, donde su emblemático lobo azul, presente en otras obras de la pareja, cobra protagonismo.
EL ARTISTA
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Desarrollan desde hace años proyectos conjuntos para las editoriales Dargaud o Dibbuks, con la que han elaborado 'Caperucita Roja' o 'Cuerpos del Delito'Sergio colabora con 'The New York Times' con revisiones de clásicos de la literatura. Su trabajo 'Lost in NYC' les abrió las puertas del mercado de EE.UU.
Junto a esto, García y Moral han aplicado el concepto de contenedores de historia en el llamado 'El silencio de los corderos', un recurso gráfico en el que se encuentran inmersos y que consiste en dibujar una historia dentro de la silueta de un objeto o persona, de forma similar a los 'Winter count' de los indios de Dakota, unos anuarios pintados en sobre pieles de bisontes.
De ahí que la cara del cordero sea muy realista y, como contraste, el cuerpo presente un estilo más quimérico para narrar la fábula.
Durante el proceso de creación, García se ha encargado de las líneas de dibujo y Moral, de la textura del color.
No sin dificultades, pues la realista rugosidad del cordero, sobre todo en la lana, supuso un gran reto, aunque consideran que el resultado «ha quedado simpático».
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