El convento con mirador 360 desde el que ver la Catedral y la Alcazaba

Se trata de una joya encajonada entre calles que ocupa una manzana entera. Tras esos muros descuidados nadie se imagina que se oculta la historia de un municipio. Llegó a haber más de cien religiosas y el edificio del siglo XVII se puso a la venta en una web. El Ayuntamiento no podía hacerse cargo. Tampoco ningún particular daba el paso. Llegó la Diputación y firmó por 1.499.000 euros. Ahora harán allí el museo de la Semana Santa y oficinas.

El edificio del convento, con más de 1.800 metros cuadrados de superficie construida, cuenta con cuatro plantas donde se distribuyen distintos espacios, desde el claustro, capilla y servicios comunes en la planta baja hasta áreas dedicadas a noviciado, celdas y otras dependencias en las plantas superiores. El complejo incluye también un amplio huerto y patios interiores, que serán restaurados para su adaptación a sus nuevos usos. El valor histórico y artístico del inmueble, que se encuentra en pleno conjunto histórico de Guadix y muy próximo a la Catedral y el teatro romano, ha sido uno de los factores decisivos para su adquisición.

Las salas son incalculables. La fachada da la vuelta a la manzana y tiene dentro numerosos espacios donde estaban las celdas de las monjas. Edificios que son más modernos y que se podrán moldear para obtener salas grandes. También hay un huerto y estaban hermanas enterredas que han sido desplazadas a otros lugares.

El espacio de la iglesia es el más emblemático. Con su cúpula y sus misticidad. Además se seguirá reservando espacio para la cofradía que sacaba de ahí sus pasos.

Será un reclamo con misterio, extrema belleza que se irá recuperando poco a poco. Sin perder la esencia será un edificio histórico con servicios modernos y un gran atractivo.