El consorcio del acelerador empezará a contratar antes de 2022

El otoño será clave. En la agenda hay varios movimientos administrativos, gestiones soterradas tan simples –y a la vez tan complejas en el sector público– como la creación de un CIF, trámites en Hacienda ySeguridad Social, registro en el inventario de entes públicos... Papeleo que permitirá que la constitución del consorcio entre Gobierno yJunta de Andalucía, sellada en julio por el exministro de Ciencia, Pedro Duque, y el consejero de Conocimiento,Rogelio Velasco, empiece a ser el motor principal hacia la consecución del proyecto. Hasta ahora lo eran el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) y la Universidad de Granada (UGR), con iniciativas propias de investigación y promoción del Ifmif-Dones.

El director interino del consorcio, Ángel Ibarra, tendrá presencia casi permanente enGranada a partir de la próxima semana. «La idea es que para finales de año, el consorcio pueda contratar a gente y sacar los concursos para los primeros prototipos», explica a IDEAL. Lo más urgente es incorporar a personal de administración –los científicos de Ciemat yUGR llevan meses investigando, incluso en colaboración con otros países– y dar salida a los primeros contratos que se traduzcan en elementos tangibles en los terrenos reservados en Escúzar para el acelerador:edificios, instrumentos... Estas primeras piedras no deberían colocarse más tarde de 2022.

Por ahora, el presupuesto del consorcio se limita a 30.000 euros para contratación de personal este año. Hay otros 140.933 para gastos como el alquiler y funcionamiento de una sede –provisionalmente es el vicerrectorado de Investigación y Transferencia, enGran Vía–. De 2022 en adelante, el presupuesto anual será de 500.000 euros. La cifra es testimonial, teniendo en cuenta que el valor del proyecto es de 710 millones de euros y solo su diseño supondría una inversión de 150 millones. La construcción de la infraestructura científica más importante de España ascendería a 420.

El consorcio se encargará de gestionar la fase previa al diseño y construcción del acelerador, impulsando los primeros laboratorios y prototipos y promocionando la iniciativa entre la comunidad internacional. Nada de lo que se haga en este proceso caerá en saco roto: las instalaciones en Escúzar serán útiles incluso si los países involucrados en el proyecto que investiga la capacidad comercial de la energía de fusión deciden no levantar el Ifmif-Dones en Granada.

Con respecto a la vía de los fondos europeos, tanto la Universidad como elCiemat han iniciado los trámites para invertir los 32 millones de los que disponen en laboratorios auxiliares que se construirán en Escúzar. En el caso del Ciemat, están a la espera de que finalice la consulta pública necesaria para que el Ayuntamiento ceda las parcelas al organismo. Según fuentes internas, la UGR no ha tenido que hacer este trámite: en lugar de solicitar una cesión, adquirirá los terrenos.

Por otro lado, la UGR ha lanzado el concurso para la elaboración de un análisis coste-beneficio para la construcción del Ifmif-Dones. En julio publicó las dos últimas ofertas de trabajo para investigadores relacionadas con el proyecto.

Fuentes cercanas a la candidatura reconocen que la iniciativa no avanza a la velocidad deseable. A la espera de las 'primeras piedras', la atención se centrará durante las próximas semanas en los trámites administrativos.