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La conexión del comisario Villarejo con Granada

La conexión del comisario Villarejo con Granada

Un policía usó desde la Jefatura de la calle Palmita las bases de datos para hacerle llegar información | El agente, hoy destinado en Málaga, consultó cinco veces una base de datos policial desde Granada el 25 de abril de 2017 durante 17 minutos

José Ramón Villalba y M. S. PARDO

Granada | GRANADA

Domingo, 30 de septiembre 2018, 00:31

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El comisario de Policía, ya jubilado, José Manuel Villarejo se encuentra ingresado en la prisión de Estremera (Madrid VII) desde el pasado 17 de noviembre, acusado de cohecho, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Este agente 'secreto', empresario y comisario ha estado inmiscuido de una manera o de otra en asuntos turbios como el seguimiento a jueces, políticos y empresarios, la trama Gürtel, las investigaciones sobre Luis Bárcenas, el ático de Ignacio González o las conversaciones grabadas a la princesa Corinna o a la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, entre otros.

El 'caso Villarejo' ha destapado -ahora de manera oficial y fehaciente- una realidad conocida desde hace años en el Ministerio del Interior: el uso fraudulento de las bases de datos policiales para asuntos ajenos a las investigaciones que, en ocasiones, se hace por parte de funcionarios sin escrúpulos.

El comisario jubilado José Villarejo, según los informes de Asuntos Internos a los que ha tenido acceso este periódico, se valió de la falta de control en los accesos a estos ficheros confidenciales para hacer consultas ilegales de manera masiva en, al menos, cuatro de estas bases, aunque los investigadores consideran que pudieron ser muchas más. Y todo para hacer negocio con esas informaciones.

Solicitó datos sobre denuncias y detenciones de un empresario, así como de dos vehículos

Los atestados de Asuntos Internos incorporados a la pieza 'Proyecto Pintor' -la investigación sobre el supuesto intento de chantaje que salpica a Juan Muñoz (marido de Ana Rosa Quintana) y su hermano Fernando- revelan que el comisario entregó a los hermanos Muñoz un voluminoso informe el 14 de junio de 2017 titulado 'Prospectiva', plagado de datos confidenciales en poder del Ministerio del Interior.

En ese documento, de 170 páginas, Villarejo incluyó informaciones confidenciales extraídas semanas antes de cuatro bases policiales diferentes, tal y como reconoce en su informe el comisario jubilado. Parte de esa información fue suministrada por un funcionario de policía destinado en la brigada de Seguridad Ciudadana de Granada en abril de 2017, aunque actualmente desarrolla su labor profesional en Málaga.

Este policía efectuó cinco consultas en la base de «Sidenpol» (Sistema de Denuncias Policiales), el 25 de abril de 2017 entre las 9.48 horas y las 10.05, desde la misma terminal de ordenador. Las cinco consultas sirvieron para conocer las denuncias donde apareciera el nombre de un empresario cuyas iniciales son M. N., las posibles detenciones si las hubiera de este empresario, la visualización del atestado 2000****50 referido a esta persona que se encuentra en la oficina de denuncias de Estepona (Málaga), así como la visualización de tres matrículas de vehículos; dos de ellas son la misma. Así consta en el anexo 6 elaborado por Asuntos Internos de la Dirección General de la Policía y dirigido al Juzgado Central de Instrucción número 6 de Madrid que instruye esta causa.

Fiscalía Anticorrupción duda de que este policía supiera cuál era el destino final de esa información

La Fiscalía Anticorrupción duda de que este funcionario policial conociera el destino final de esta información. «No obstante, en el actual estado de la investigación se desconoce el conocimiento de la ilicitud del suministro de dichos datos por parte del/los funcionarios que hubieran accedido a los mismos y los hubieran facilitado, por cuanto obra en la presente causa que el investigado José Manuel Villarejo dispondría de contactos dentro de dicho cuerpo policial que le facilitaban información de carácter reservado, sin que pueda concretarse que los funcionarios citados lo hicieran con pleno conocimiento de la finalidad para la que se hubieran solicitado en el ámbito de sus respectivas funciones».

Datos reservados

Los hechos anteriores podrían ser constitutivos del delito de revelación de datos de carácter reservado ya que las bases policiales sólo pueden ser usadas con fines profesionales y cuyos destinatarios sólo son los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, los órganos jurisdiccionales y el ministerio fiscal, tal y como viene recogido en la Ley 15/99 de 13 de diciembre.

En la base «Sidenpol», el fichero en el que se pueden consultar las denuncias en centros policiales de toda España y que contiene datos como teléfonos, domicilios y hechos y personas denunciados, se efectuaron las cinco consultas citadas desde Granada, pero hay un total de 43 efectuadas por Villarejo y sus hombre sólo en el marco de la 'operación Proyecto Pintor'.

Las consultas efectuadas sobre este empresario han obligado a declarar en calidad de investigado a este funcionario de policía, al igual que a un subinspector de la Comisaría General de Información en Madrid, quien también ha sido identificado como otro de los suministradores de información confidencial sobre el empresario, el abogado de éste y familiares de ambos.

Villarejo necesitó esas consultas para ayudar a dos empresarios a efectuar un chantaje económico

En ese dossier encontrado en poder de los Muñoz -y en el que se buscan puntos débiles de un empresario con supuestas deudas con Fernando Muñoz y el abogado de este acreedor- Villarejo usó datos de otra de las más sensibles y completas bases policiales: la aplicación «Argos», un potente buscador en el que figuran, entre otros, antecedentes, titularidad y robo de vehículos, objetos sustraídos y reclamaciones judiciales.

El funcionario de policía que el 25 de abril de 2017 estaba destinado en la Jefatura de Policía, ubicada en la calle Palmita de Granada, marchó a Málaga en junio de 2017. Por aquel entonces se desconocía la información que ahora sí ha trascendido y por ello no se adoptó ninguna medida disciplinaria contra él. Puede que ni él mismo supiera para qué era esa información.

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