Un cámara toma imágenes de la entrada a los juzgados de Menores de Granada. Ramón L. Pérez

Condenan a dos hermanas menores de edad por agredir e intimidar a su madre

La víctima tuvo ser auxiliada por agentes de la Guardia Civil en tres ocasiones para protegerla de la violencia de sus hijas

Carlos Morán

Granada

Viernes, 4 de julio 2025, 00:24

La amenaza estaba dentro de casa. En tres ocasiones, la Guardia Civil tuvo que ir a la vivienda de la víctima para protegerla de sus ... dos hijas, ambas menores de edad. Tirones de pelo, mordiscos, gritos, insultos, muebles rotos... Y así durante un año y medio.

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La primera intervención de la Benemérita se produjo el 25 de febrero de 2024 en el domicilio que entonces compartían la mujer y las dos adolescente. Las jóvenes se enzarzaron en una discusión y su progenitora intentó mediar para apaciguar los ánimos. Una de las chicas, la mayor, se volvió entonces contra ella y le lanzó un cenicero, «iniciándose un forcejeo entre madre e hija que continúa cuando aquella da aviso a la Guardia Civil, y ésta comienza a golpear el mobiliario de la vivienda, destrozando la puerta y luna de cristal de un armario, esparciendo su contenido por la habitación», describe la sentencia que condenó en primera instancia a las niñas por un delito de maltrato habitual y lesiones en el ámbito familiar.

Un mes más tarde de aquel incidente, los agentes del instituto armado tuvieron que volver a actuar para auxiliar a la madre y defenderla del acoso de sus hijas. «(...) Las menores se negaron a cumplir un castigo impuesto por su madre, rebelándose contra ella no sólo discutiendo su decisión, sino mediante empujones, tirones de pelo y mordiscos en la mano que una y otra realizaron, al tiempo que la emprendían a golpes con el mobiliario de la casa, siendo de nuevo necesaria la intervención de la Guardia Civil para aplacarlas», recuerda la resolución judicial.

Una caja con dinero forzada

Un par de semanas después, la víctima descubrió que habían forzado una caja metálica en la que guardaba dinero y pidió explicaciones a las acusadas. De nuevo respondieron con violencia. «Comenzaron a insultarla, empujándole para sacarla al exterior de la casa, donde esperó la llegada de la Guardia Civil para que pusiera fin a lo que estaba sucediendo», detalla el fallo.

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La situación era insostenible y el caso, inusual por tratarse de dos agresoras, acabó en denuncia y en juicio.

El juzgado de Menores impuso a la hermana mayor una medida de diez meses de convivencia en grupo educativo, «seguida de otra de ocho meses de libertad vigilada»,

«La niña gritaba y lo rompía todo, tenía el cuarto destrozado, estaba imposible», declaró un agente de la Benemérita

El castigo para la pequeña fue de «24 meses de libertad vigilada».

Esta última presentó un recurso ante la Audiencia de Granada y pidió su absolución o, en su defecto, una reducción de la pena. La apelación no ha prosperado. El tribunal provincial ha ratificado la sentencia original. Los magistrados apoyan su decisión las afirmaciones de los guardias civiles que socorrieron a la madre en tres ocasiones. «El agente declara como testigo que fueron al domicilio y sacó fotografías. Cuando llegaron, la madre les dijo que había sido agredida, y le observaron las lesiones, leves a su parecer. La hija mayor estaba en la habitación sentada sin querer comunicarse, con la habitación revuelta, puerta del armario rota y cristales por el suelo. (...) Ya habían tenido varios requerimientos en ese domicilio por hechos similares, pero no quiso antes denunciar, y ese día la situación estaba '...muy tensa...' y se decidió a denunciar. La (otra) niña gritaba y lo rompía todo, tenía el cuarto destrozado entero. La mayor estaba allí y no decía nada, estaba quieta, lloraba un poquito. La pequeña '... estaba imposible...'», manifestaron los miembros de la Benemérita que intervinieron en los incidentes.

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