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Empleado de un concesionario de la capital granadina comprueba el interior de uno de los vehículos diésel que hay en exposición. Jorge Pastor
Concesionarios de Granada acaparan hasta 300 coches en 'stock' en plena cruzada contra el diésel

Concesionarios de Granada acaparan hasta 300 coches en 'stock' en plena cruzada contra el diésel

Las matriculaciones de vehículos con motor de gasóleo suponen ya para algunos distribuidores tan sólo el 30% de sus ventas globales; 15 puntos menos

Jorge Pastor

GRANADA

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Viernes, 20 de julio 2018, 00:16

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«El diésel tiene los días contados». La frase podría atribuirse a cualquiera, pero en voz de una representante del Gobierno de España cobra un valor especial. La pronunció hace una semana la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y ha sido un auténtico torpedo contra la línea de flotación del sector de la automoción, que representa el diez por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de España y que sustenta muchísimos puestos de trabajo. También aquí, en la provincia de Granada. Los datos que maneja el segmento de la distribución son concluyentes. Si hasta que habló Ribera las ventas se repartían a razón de 55% automóviles de gasolina y 45% de gasóleo, los porcentajes han variado de forma más que notable: en los últimos siete días la ratio ha pasado al 70-30. ¿Qué sucede? Pues que, en función de cómo estaba evolucionando el mercado, los concesionarios se habían provisto para cerrar el ejercicio con unos objetivos, y ahora hay algunos de ellos que acaparan un 'stock' de trescientos vehículos diésel a los que costará 'dios y ayuda' darles salida. Por eso hay tantísima preocupación.

Es el caso de Japemasa, que en la capital granadina ostenta las concesiones de marcas tan importantes como Renault y Dacia. De los cincuenta autos nuevos que ha comercializado entre el 11 y el 17 de julio, o sea entre que Ribera dijo lo que dijo y el pasado martes, treinta y cinco se surtirán en la gasolinera con la manguera verde y tan sólo quince con la negra. Según el director comercial de Japemasa, Leopoldo Maldonado, el discurso del Gobierno no es acertado, «ya que el debate no es primar un carburante tradicional frente a otro tradicional, sino fomentar el paso a los coches eléctricos y con cero emisiones». Bajo su punto de vista, al igual que ya sucede en otros países, como Francia, las administraciones deben realizar un esfuerzo inversor para dotar las carreteras de puntos de recarga y, al mismo tiempo, poner en marcha planes de ayuda para los que apuesten por una tecnología que poco a poco se impondrá en Europa –todo indica que la evolución será mucho más lenta en España–. En este sentido recuerda que modelos de Renault como el Zoe tienen un alcance de cuatrocientos kilómetros, una distancia que cubre el noventa por ciento de los desplazamientos más habituales que realiza un conductor a diario.

Maldonado asegura que el argumentario del Gobierno, basado en que los niveles de polución por óxidos de nitrógeno bajarán en la media en que también baje el parque automovilístico del gasoil, el combustible que se emplea mayoritariamente en el transporte de mercancías por el importante ahorro de costes, no se sostiene porque el impacto contaminante es prácticamente el mismo. La combustión de gasolina supone una emanación de 0,06 gramos por kilómetro recorrido, mientras que los diésel expelen 0,08 gramos por cada kilómetro.

Y es que el Gobierno, apercibido por Bruselas, quiere atajar cuanto antes los problemas de mala calidad del aire que se registran en las grandes urbes y en entornos metropolitanos como puede ser Granada, una de las ciudades con la atmósfera más sucia de España detrás de Madrid, Barcelona y Valencia. Y lo hace, según la patronal de los fabricantes Anfac, «demonizando» el gasóleo. Por lo pronto, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmó que se estudia la equiparación de los impuestos sobre el diésel y la gasolina dentro de la nueva fiscalidad verde, pero reiteró que será progresiva y que excluirá el combustible usado por los profesionales del volante.

Montero subrayó que el objetivo es desincentivar el uso de las energías lesivas con el medio ambiente. «No se trata tanto de igualar de un día para otro el precio del diésel al de la gasolina sino de ir progresivamente recorriendo ese camino y disuadir de la utilización del diésel», remarcó.

La ministra indicó que estas medidas tributarias las está orientando el Ministerio de Transición Ecológica siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea, que pide eliminar las prácticas que puedan ser contaminantes o nocivas para la salud, como los carburantes. De hecho valoró las decisiones de algunos ayuntamientos, como el de Madrid, de restringir la circulación en determinadas jornadas. Las medidas «no incidirán sobre las cuentas de resultados de las pequeñas empresas o de los autónomos», aseveró.

El precio del gasóleo sube casi un cinco por ciento

El precio medio del litro de gasóleo se disparó un 4,58% la semana pasada en medio de la polémica suscitada en el sector de la automoción después de que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, declarara que este carburante «tiene los días contados». La fuerte subida del diésel reduce la brecha respecto a la gasolina, que registró también un incremento, pero de menor magnitud (+1,97%)

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