Comienzan a restringir el acceso al público en el complejo judicial de Caleta

Tal es así que los familiares de los detenidos del día han tenido que aguardar en los exteriores las decisiones judiciales correspondientes, pues no está permitida la entrada a ninguna persona si no está citada para comparecer. Es por ello que las siete plantas del edificio estaban prácticamente desiertas, en contraste con el trajín diario de justiciables y togados.

Sí se les ha permitido el acceso, como es lógico, a los operadores jurídicos que tenían hoy actos procesales; esto es a abogados, procuradores y demás profesionales ligados a la actividad judicial.

Como ha podido comprobar 'in situ' este diario, los ciudadanos que han atravesado el arco de seguridad de la puerta de entrada del ala derecha del edificio, donde se halla el Juzgado de Guardia, han tenido que mostrar su citación en papel o digitalizada e identificarse.

En el control de accesos, los agentes del Instituto Armado están dotados de gel higienizante y de otras medidas de seguridad, como guantes, y algunos de los letrados y funcionarios han acudido con la mascarilla puesta.

El órgano que se encuentra hoy en funciones de guardia es el Juzgado de instrucción número 7 de la capital y sus funcionarios han colocado una fila de sillas delante de sus mesas, a fin de guardar con los justiciables, detenidos y abogados la distancia de seguridad establecida para prevenir el contagio.

Es precisamente esta sede, la del Juzgado de Guardia, una de las señaladas por el Decanato como espacio con especial riesgo, dado que la frecuentan a diario cientos de personas, sus dimensiones son reducidas y existe una escasa ventilación.