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Un colector de medio kilómetro evitará las inundaciones en Einstein y Gonzalo Gallas
C. J. V.

Un colector de medio kilómetro evitará las inundaciones en Einstein y Gonzalo Gallas

El Ayuntamiento invertirá 842.000 euros en la red de saneamiento, que se empezará a construir en enero y estará operativa en primavera

Javier Morales

Granada

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Jueves, 1 de enero 1970

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El alcantarillado de Gonzalo Gallas y Einstein «se colapsa» en episodios de lluvia intensa durante corto periodo de tiempo. Lo han constatado durante las últimas tres décadas los vecinos de la zona, que han visto la plaza transformada en el lago al que iba a desembocar un riachuelo que se formaba en la zona alta de la calle. Bajos y sótanos anegados, contenedores flotando y días de limpieza fueron las consecuencias, por ejemplo, de las dos trombas de agua caídas el pasado mes de mayo. Estas inundaciones llevaron al Ayuntamiento –en voz del propio Francisco Cuenca– a prometer un día después de la segunda tormenta de mayo las obras llamadas a mitigar el problema, en redacción desde meses antes. Ayer, el alcalde dio a conocer el proyecto entre los vecinos: un colector de medio kilómetro y dos arquetas que deberían empezar a funcionar en primavera.

El jueves finalizó el plazo de presentación de ofertas para la ejecución de una obra cuyo proyecto está redactado desde agosto. Hay diez empresas interesadas en acometer la reforma, que tendrá un presupuesto de 842.459 euros, IVAincluido. Los trámites administrativos, según los plazos que estima la empresa municipal de aguas, Emasagra, concluirán en diciembre. De este modo, las 'máquinas' empezarían a trabajar después de Reyes y la obra finalizaría cuatro meses más tarde, salvo que alguna de las empresas oferte ejecutarla en menor plazo.

La idea es instalar una tubería de hormigón armado de metro y medio de diámetro que llevará el agua de lluvia desde Gonzalo Gallas, a la altura de las pistas de tenis del campus de Fuentenueva, hasta la calle Padre Marcelino Álvarez. De este modo, el alcantarillado de Gonzalo Gallas deja de recoger lluvia de la mitad norte de la ciudad, pues queda desviada hacia los límites de la capital por esta conducción que atravesará las calles Pérez Galdós y Recoletos. Así, el sistema no se saturará durante las tormentas.

Alcalde, gerente y técnicos de Emasagra, en la reunión con los vecinos. R. I.

La solución llega tras una gran obra y 35 años de inundaciones

Sótano inundado en mayo. j. m.

Durante tres décadas, el binomio tormenta-inundación ha sido inseparable en el entorno de Plaza Einstein. En ocasiones, las anegaciones se han atribuido a la suciedad de los imbornales, a la que arrastraba el agua a su paso por los 'Paseíllos' y en la bajada de Severo Ochoa, e incluso al vertido de aceite de los bares en los mismos, hasta que en los últimos episodios el Ayuntamiento yEmasagra reconocieron que el sistema no daba más de sí.

En 1983 hubo una gran inundación que se repitió en 1992, tal y como reflejaron las páginas de IDEAL. En 1995, Emasagra instaló un gran colector que estaba llamado a finiquitar el asunto. Pero nada más lejos de la realidad:las alcantarillas volvieron a quedarse pequeñas. Ya en 2009 hubo una reforma integral de la calle, alcantarillado incluido. Pero en 2015 sorprendió la imagen de Plaza Einstein convertida en una piscina, con locales inundados y vecinos que caminaban con los pantalones remangados hasta las rodillas.

En mayo de 2018 se repitió una situación que ya sufrieron a principios de curso. El sábado 5 de mayo, los bajos de Gonzalo Gallas y las numerosas cocheras de la zona quedaron anegadas mientras Plaza Einstein volvía a acumular medio metro de agua. Se repitió tres días más tarde con una tormenta que también afectó a puntos como la avenida Juan Pablo II y algunas zonas de Armilla. Los bomberos, el personal de Inagra y Emasagra y la Policía Local tuvieron que emplearse a fondo para devolver la normalidad a la calle. Sillas y mesas salieron flotando junto a los contenedores, mientras que las ratas –como pudo comprobar IDEAL– escapaban de las alcantarillas atoradas por el agua, el lodo y la basura arrastrada. Las macetas de una floristería próxima aparecieron al otro lado de la misma.

Los comerciantes y propietarios de las cocheras confían –con cierto recelo– en que la gran obra, que no afectará a la propia calle, suponga un punto y final a su calvario.

Aunque los puntos negros de las inundaciones son Einstein y Gallas, las obras sólo afectarán de forma tangencial al principio de la calle. Ahí queda instalada una primera gran arqueta con dos cámaras de 9 por 5 metros que acumula agua procedente de tres tuberías. La deriva a un tramo de 60 metros de nuevo colector –así se llama la canalización– que va hasta Camino de Ronda. En esta calle queda una especie de sistema 'doble' de recolección de aguas pluviales y residenciales que se activaría en caso de lluvias torrenciales.

El nuevo colector parte desde el cruce con Camino de Ronda, baja el agua por Recoletos y llega a otra arqueta que quedará instalada en el cruce con Padre Marcelino Álvarez. Allí hay dos 'autovías' de saneamiento, ya existentes, que mueven agua desde Einstein hacia La Chana.

Además de los dos tramos de colector y las nuevas cámaras que recogerán el agua, quedarán instaladas 11 'cajas' de registro bajo el asfalto.

Aceras y pavimento

La obra, más compleja pero similar a la inaugurada en 2016 para mitigar las anegaciones en el Paseo del Salón, obligará a levantar –por fases– el cruce Gallas-Pérez Galdós, ambos carriles de esta calle y un carril de Recoletos. También afectará a algunos tramos de acera que quedarán repuestos una vez concluida la excavación e instalación de la tubería. Asimismo, tal y como está contemplado en el proyecto al que ha tenido acceso IDEAL, sufrirán afecciones las redes de suministro, electricidad y gas.

Plan de actuación

El alcalde expuso en la tarde de ayer, en una asamblea ante medio centenar de vecinos y junto al gerente de Emasagra, Federico Sánchez, el plan de actuación. Ante las reclamaciones de los residentes de la zona por los plazos de obra, Francisco Cuenca se comprometió a poner en marcha un dispositivo especial en caso de que las lluvias vuelvan a arreciar y provoquen daños antes de que concluya la obra y quede solventada, de forma permanente, la saturación de agua en el alcantarillado de esta zona.

En caso de tormenta, el Ayuntamiento reforzaría los medios «de forma extraordinaria» para ayudar a residentes y comerciantes –Gonzalo Gallas es una sucesión de bares y cocheras– a achicar agua y limpiar sus inmuebles.

En declaraciones a este medio,Francisco Cuenca lamentó «que durante 13 años de gobierno (del PP) nunca nadie haya tomado una decisión» al respecto. El pasado lunes, el PPreclamó al alcalde celeridad en la ejecución del colector y le acusó de «mentir» a los vecinos al no haberlo construido antes de la época de lluvias.

En mayo, Cuenca ya avisó de que las obras se demorarían «ocho o nueve meses», un periodo que se alargará. Si se cumplen los plazos, las tuberías y los accesorios de saneamiento estarían listos a principios de abril. Se postergaría el resto de la obra –arquetas, reposición de asfaltos, aceras y servicios afectados– hasta finales de este mes. Por tanto, la 'inauguración' del colector y las obras complementarías coincidiría con el primer aniversario desde las inundaciones que levantaron las quejas de los residentes de este entorno en la pasada primavera. El Ayuntamiento 'primará' en la fase de evaluación de las ofertas aquellas que puedan reducir el tiempo de ejecución, la cuenta atrás para el adiós a las balsas de agua en este punto del distrito Ronda.

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