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El bloque de edificios número 8 de la calle Buensuceso tardó en construirse más de 200 años, según el Catastro. Alfredo Aguilar

Una ciudad con medio siglo de antigüedad

Granada cuenta con el segundo parque de edificios más viejo de las capitales andaluzas, después de Cádiz. El 90% de las construcciones están destinadas a uso residencial

Domingo, 18 de febrero 2018, 01:17

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Granada tiene medio siglo de antigüedad. Las más de veinte mil construcciones que dan forma a la capital articulan el segundo paisaje de edificios más antiguo de Andalucía -solo superado por Cádiz- con una edad media de los inmuebles de 49 años. De ellos, uno de cada nueve está destinado actualmente a viviendas, según la base de datos de la Dirección General del Catastro, accesible desde hace unas semanas. La información de este órgano, dependiente del ministerio de Hacienda, muestra que gran parte de la Granada que hoy conocemos se construyó entre 1960 y 1990, mientras que solo tres de cada diez edificios tienen menos de treinta años. En la radiografía que IDEAL le ha hecho a las construcciones de Granada se perciben las consecuencias de la crisis -en la última década se han finalizado menos de mil edificios- y se ha localizado el edificio más antiguo de la capital, en la calle Mirasol del Realejo.

La base de datos del Catastro esconde enormes contrastes en la capital, con grandes residenciales que suman más de 50.000 metros cuadrados, como los conjuntos de edificios Gran Parque o Divina Pastora, y construcciones que no alcanzan ni los 50 metros cuadrados. Más de trescientas propiedades en Granada no superan esta extensión, según estos datos.

Con una variada dimensión, Granada es la capital andaluza que aglutina más metros cuadrados destinados al ladrillo. Más del 90% de los edificios están consideradas como viviendas en el Catastro, mientras que para uso agrario solo hay 197 (el 0,98% del total). También es bajo es número de edificaciones destinadas a oficinas (120), comercio (421) o servicios públicos y administración (585), pero el enorme contraste entre el 'suelo' residencial y el resto es visible si se analiza el número de edificaciones destinadas a actividades industriales, ya que únicamente 608 construcciones cuentan con esta catalogación.

El peso de las edificaciones industriales en Granada (3,02%) es el más bajo si se compara con el resto de capitales andaluzas con diferencia, ya que todas las demás cuentan con más de un 5% de propiedades industriales en su territorio. Este descenso del 'suelo' industrial de Granada contrasta con el de otras localidades del Área Metropolitana, que compensan el bajo peso de la industria en Granada. Peligros (17,1%), Albolote (12,3%) o Escúzar (12%) ofrecen un importante aporte industrial a la provincia, ya que al menos una de cada nueve construcciones de su término municipal están destinadas a ello.

El Catastro, una fuente prácticamente infalible a la hora de calcular los metros cuadrados de las propiedades, deja sin embargo muchas dudas a la hora datar la construcción de los inmuebles. Este periódico trató de hablar con el gerente territorial del Catastro en Granada, Jerónimo Mirón, para preguntarle los motivos por los que en todos los años de final de década del siglo XX el número de inmuebles registrados en Granada se dispara, pero el Ministerio de Hacienda no permitió charlar con él alegando que no se tramita «nunca ninguna entrevista con nadie de las oficinas provinciales».

La fecha de finalización de los inmuebles esconde curiosidades como que uno de cada tres edificios finalizados en Granada desde 1900 se acabó de construir, según el Catastro, al final de una década. Así, por ejemplo, mientras que entre 1901 y 1909 hay registrados solo 16 inmuebles, en 1910 hay fechadas 831 propiedades. Antes, en 1900, se produjo la regularización de 1.231 propiedades que hasta la fecha no existían de forma oficial.

Varios especialistas en registro de la propiedad consultados por este periódico explicaron que las cifras que refleja el Catastro esconden imprecisiones, sobre todo conforme se viaja hacia atrás desde el siglo XX. «El Catastro es fundamentalmente un registro que utiliza el Ministerio de Hacienda con una finalidad recaudatoria, por lo que hace décadas solo hacía modificaciones o ponía por escrito las propiedades cuando iba a obtener algún beneficio gracias a un impuesto», exponen estas fuentes. Conforme avanzó el siglo XX, y sobre todo a partir de los años ochenta, la Dirección General del Catastro comenzó a regularizar a los inmuebles de Granada y otras capitales de España, y actualmente no existe prácticamente ningún inmueble cuya construcción finalice sin que el Catastro le haya tomado la matrícula.

A pesar de las imprecisiones con las que hay que afrontar los datos que ofrece esta fuente pública, lo que sí permite es hacer un dibujo general de cómo se ha ido construyendo Granada hasta hoy. La base de datos del Catastro muestra que a finales de los años sesenta, con la puesta en marcha de las políticas de viviendas de protección oficial del Franquismo, comenzó en Granada una fiebre por el ladrillo que solo desapareció a partir de 2009, cuando la crisis económica comenzó a hacer grietas en el sector de la construcción. Y aunque algunas calles, como Gran Vía, pertenecen al primer tercio del siglo XX, es en los quince años que van entre 1983 y 1998 cuando se produjo la expansión más evidente de la Granada actual. Entre esos años se finalizaron uno de cada cinco edificios y forman la columna vertebral de la Granada actual.

De todo el parque de edificios con el que cuenta la capital, el 0,23% de ellos se encuentran en declive, según el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda. El Catastro también expone que el 3,7% de las construcciones de Granada están en ruinas, una cifra que es más elevada en barrios como el Albaicín y el Realejo, según explican a IDEAL varios especialistas en documentación catastral.

Las edificaciones de los barrios periféricos de la ciudad gozan de mejor salud, pero los expertos argumentan que la tendencia de Granada es de «convertirse progresivamente mente, aunque guardando las distancias, en un caso similar al de Cádiz, que al ser una isla no tiene por dónde crecer». Granada cuenta actualmente con un término municipal muy acotado por el Área Metropolitana y la parte baja de la Sierra de Huétor, que provoca que actualmente disponga de contados espacios por los que crecer. El futuro, aventuran los especialistas, será que los edificios sean cada vez más viejos y Granada se convierta en una de las 'ancianas' de Andalucía.

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