Sr. Cheeto vs Jumpers: la lona que cruzó la línea… literal
La acción de Jumpers no solo ha divertido al público, también ha abierto un interesante debate sobre los límites de la creatividad y la competencia desleal
Sábado, 25 de octubre 2025, 00:21
Hay campañas que se instalan en la calle, y otras que terminan en alta mar. Lo que empezó como una acción publicitaria audaz en el ... centro de Madrid ha acabado navegando en aguas internacionales, lejos (literalmente) del alcance legal español. La protagonista, una lona publicitaria de Jumpers, la marca de snacks de Apex, que ha conseguido situar su nombre en el centro de una batalla de ingenio, humor y rivalidad con un viejo conocido del sector: Cheetos.
Una lona con nombres y apellidos... casi
Todo comenzó con la colaboración de Jumpers con el creador de contenido Sr. Cheeto, nombre artístico que, inevitablemente, remite a la icónica marca de Matutano. La creatividad mostraba al influencer disfrazado con un traje de tigre (sí, como el felino naranja que representa al rival), y un mensaje directo que despertó sonrisas y cejas alzadas a partes iguales.
La lona fue instalada en la calle Alcalá, en pleno centro de Madrid, pero su vida urbana fue breve. Pocos días después de su colocación, Jumpers recibió una solicitud de retirada. La marca no dio explicaciones oficiales, pero sí lanzó un mensaje desafiante en redes sociales: «No podemos decir los motivos. Solo diremos que esto no va a quedar así».
Lo cierto es que, antes de desaparecer, la lona ya había cumplido su cometido. Según datos de la propia compañía, las publicaciones relacionadas con la acción superaron los 7,6 millones de visualizaciones entre Instagram, TikTok y YouTube.
De la calle al mar, publicidad en aguas internacionales
Lejos de rendirse, Jumpers decidió llevar su campaña un paso más allá (o, mejor dicho, unos cuantos kilómetros mar adentro). Para continuar con la comunicación y evitar posibles conflictos legales, la marca trasladó la lona a un barco ubicado en aguas internacionales, pixelando el nombre del creador.
La maniobra, tan surrealista como ingeniosa, ha sido celebrada por los fans y analizada con atención por los profesionales del marketing. Al no estar sujeta al marco legal español, la marca encontró una forma original de darle «una segunda vida» a la lona y multiplicar su impacto mediático.
La campaña, ideada por la agencia creativa Fuego Camina Conmigo y ejecutada en colaboración con JCDecaux, demuestra que el ingenio sigue siendo la mejor herramienta para competir con presupuestos modestos frente a gigantes del sector.
¿Cuánto cuesta la lona que cruza fronteras?
Para entender la magnitud del esfuerzo, consultamos a ÁreaGráficaDigital, empresa especializada en impresión de gran formato y lonas publicitarias. Según sus expertos, una lona de gran tamaño (unos 200 m²) con impresión en tintas ecológicas y materiales de alta resistencia puede tener un coste de entre 3.000 y 5.000 euros, dependiendo de su acabado, transporte y montaje.
En una ubicación premium como la calle Alcalá, el alquiler del espacio publicitario gestionado por una empresa como JCDecaux podría superar los 20.000 euros semanales, mientra que la logística de traslado, instalación y posterior reubicación en el mar elevaría la cifra total de la campaña a más de 30.000 euros.
Para una marca que se define como «humilde y local», la cifra no es pequeña, pero el retorno en notoriedad ha sido enorme. En menos de una semana, Jumpers ha conseguido una exposición que difícilmente podría comprarse con medios tradicionales.
Cuando el humor se topa con los límites legales
La acción de Jumpers no solo ha divertido al público, también ha abierto un interesante debate sobre los límites de la creatividad y la competencia desleal. Al usar el nombre del creador «Sr, Cheeto» y elementos visuales que evocaban directamente al rival, la pieza podría interpretarse como una alusión comercial, algo que la legislación española tiende a vigilar de cerca.
El caso recuerda a otras campañas que jugaron al borde de la línea, como la de Vicio en 2022, que aludía a Goiko mediante un ingenioso juego de palabras con la influencer Jessica Goicoechea. La diferencia es que Jumpers, literalmente, cruzó la línea... marítima.
La nueva publicidad: audaz, efímera y viral
El episodio Jumpers vs. Cheetos es un ejemplo de cómo la publicidad actual vive en la delgada frontera entre la provocación y la genialidad. En un entorno donde captar la atención es más difícil que nunca, la polémica se ha convertido en una herramienta de comunicación tan poderosa como arriesgada.
Jumpers, con una inversión modesta pero una ejecución brillante, ha demostrado que la creatividad sigue siendo el gran igualador en la industria. Su lona, que empezó en Madrid y terminó flotando en el mar, se ha convertido en un símbolo de la nueva publicidad: efímera, viral y sin miedo a desafiar los límites.
En tiempos en los que la mayoría de campañas pasan inadvertidas, esta ha conseguido algo que pocos logran, que medio país hable de una lona. Y, como dijo la propia marca en su mensaje final, «esto no va a quedar así».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión