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Carlos Morán
Sábado, 17 de noviembre 2018, 01:38
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En Casería de Aguirre tuvo lugar un suceso que supuso un 'hito' de la imprudencia en la circulación en la ciudad: el pasado 26 de junio, un motorista corrió a una velocidad delictiva por esa calle. En esa vía hay señales que advierten de que no se puede circular a más de 50 kilómetros por hora (km/h) y el sujeto en cuestión alcanzó los 131 km/h cuando pasó como una centella junto a uno de radares móviles de la Policía Local de Granada.
La ley determina que entra en el territorio del delito el conductor que supera en más de 60 km/h el tope establecido en una vía urbana.... Y el tipo de marras se lo saltó en 81 Km/h. Una barbaridad que, afortunadamente, no tuvo como consecuencia una desgracia. Eso sí, el hombre puso todo de su parte.
No fue el único ciudadano que atravesó la barrera de los 100 km/h en calles de la ciudad (la estadística no incluye la Circunvalación, que depende de la Guardia Civil de Tráfico). Uno de estos 'mega infractores' fue cazado en la ya mentada Merced Alta y el otro, en la avenida Santa María de la Alhambra (el acceso sur al monumento). Y 2018 aún no ha terminado, así que no es descartable que la cifra aumente.
De hecho, en 2017, fueron cinco los automovilistas que pisaron el acelerador hasta romper la barrera de los 100 km/h en calles donde el límite es 50. En las 'tablas' facilitadas por la Policía Local aparece de nuevo Merced Alta: el radar pilló allí a un turismo que iba a 117 Km/h, según la calculadora, siete por encima de la frontera entra la infracción y el delito.
También se repite la avenida de Santa María de la Alhambra, donde un motorista fue detectado cuando circulaba a 116 Km/h. Es decir, que su conducta vulneró el Código Penal, que son palabras mayores. Los excesos de este tipo están castigados con penas de entre tres y seis meses de cárcel, además de multas, trabajos en beneficio de la comunidad y la retirada del permiso de conducir de uno a cuatro años.
Las sanciones para el resto -para los no que no incurren en un delito, pero hacen caso omiso de los límites de velocidad en las ciudades- dependen de la gravedad del desatino. En este sentido, las multas oscilan entre los 100 y los 800 euros, aparte de la pérdida de hasta seis puntos de carné. En total, 471 personas han tenido que hacer frente a alguno de estos correctivos en lo que va de año. El grueso de esa cifra, 253, son conductores que circularon a velocidades de entre 50 y 70 km/h en calles acotadas a 50. Otros 182 metieron más gas y llegaron hasta los 80 km/h; 25, entre 80 y 90 km/h; y seis, entre 90 y 100.
Y en la 'cúspide' de la irresponsabilidad estarían los tres que rebasaron el límite de los 100 km/h.
Respecto a las vías urbanas en las que no se puede pasar de los 30 Km/h, sólo han sido sancionadas dos personas por ir a velocidades que oscilaba entre los 50 y los 80 km/h. En los doce meses de 2017 fueron 875 los conductores castigados (cinco de ellos por delito) por ir demasiado deprisa en la capital.
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