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Estefanía Heredia, Bernardo Maya y Rosa María Muñoz en un aula de la Facultad de Derecho. RAMÓN L. PÉREZ
Día Internacional del Pueblo Gitano: «No todo son cantes y mercadillos»

Día Internacional del Pueblo Gitano: «No todo son cantes y mercadillos»

Rosa, Bernardo y Estefanía quieren servir de ejemplo para los más pequeños | Tres jóvenes estudiantes reivindican que la educación es la base para el conocimiento y la comprensión de la etnia

ÁNGELA MORÁN

Lunes, 8 de abril 2019

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Tres estudiantes gitanos quieren romper los muros que, dicen, la sociedad crea en torno al pueblo gitano. La educación, la economía, las costumbres y la cultura son factores que condicionan su vida. Muchos no emprenden un camino didáctico en los estudios superiores por limitaciones económicas y otros tantos dependen de las prácticas castizas que les inducen a sacar adelante las empresas familiares.

Ayer, en el Día Internacional del Pueblo Gitano, IDEAL habló con dos chicas y un chico que aspiran a derrotar el prototipo calé de «fiestas, cantes y mercadillos» y servir de referente para los niños de esta etnia que quieran cumplir sus sueños.

Rosa María Muñoz Cortés de 28 años y estudia Geología «porque siempre le han encantado las ciencias y es necesario conocer el mundo en el que vives». Ahora, esta compaginando los estudios y un trabajo en una tienda de cosmética. Cuenta que el estereotipo de los gitanos cambia según el sitio y, dice: «En Granada se resume a la venta ambulante y al polígono». Explica que existe una necesidad de cambio. «Hay veces que te miran raro por decir que eres gitano», dice Muñoz, y añade que por su educación y su forma de hablar no muestra la popular estética gitana: «Pero no es una cuestión de aparentar es algo con lo que naces y ya está».

«La ignorancia hacia la cultura gitana es la falta de educación, se debería estudiar en la escuela»

Estefanía Heredia Gálvez | Licenciada en Recursos Humanos

Muñoz defiende que el estereotipo de que todos los gitanos bailan y cantan también hay que 'romperlo'. «Yo soy una de esas gitanas que no canta por bulerías», dice Muñoz entre risas. Además de los estudios y el trabajo, es voluntaria en la Fundación Secretariado Gitano y Embajadora por la Educación animando a los más pequeños a comenzar una formación.

«Antes de juzgarnos por nuestros rasgos, que nos den la oportunidad de conocernos». Es la reivindicación que Muñoz quiere hacer de manera particular. Cuenta que en los colegios la exclusión es más notable por parte de los profesores que de los alumnos. «Estaba haciendo mi bachillerato y siempre sacaba la misma nota en los exámenes de historia, no entendía por qué siempre tenía un cuatro, e incluso se lo llegué a preguntar al profesor, pero su respuesta fue que yo no sabía hacer el examen». Al final tuvo que terminar esa asignatura por la educación para adultos y sus notas cambiaron completamente: pasó de un suspenso a notables y sobresalientes.

«La gente piensa que sólo nos dedicamos a la venta ambulante y a vender droga pero no es así»

Bernardo Maya Bermúdez | Estudiante de Derecho

Bernardo Maya Bermúdez también comparte la postura de Muñoz: «Estamos condicionados a los juicios externos». Con 23 años está estudiando Derecho y lo alterna con un trabajo en la hostelería. «Llevo 5 años estudiando y saco tiempo para trabajar en un bar porque tengo que pagar mi piso», explica Maya. Aclara que los gitanos no sólo se dedican a «cosas malas y a vender droga», y sostiene que la sociedad está evolucionando sobre el pensamiento que «criminaliza a los gitanos». «Cada vez hay más gitanos que estudian», dice Maya. Su familia siempre le ha animado a formarse y es consciente de que muchos gitanos se dedican exclusivamente a la venta ambulante. A pesar de ello, también destaca el cambio que se está experimentando en el mundo calé y confía en que sea una transformación «lenta pero permanente».

Una conversión que Estefanía Heredia Gálvez encarna y defiende. «El rechazo o la incomprensión hacia la etnia gitana viene dada por la ignorancia». Sostiene que debería existir «alguna asignatura» en los colegios que enseñase la cultura gitana y añade que, aunque ella nunca ha recibido un trato discriminatorio, algunas amigas suyas han hecho comentarios como 'no lo digo por ti, todos no sois iguales', una frase que denota esa desigualdad que Heredia rechaza.

«No todos los gitanos cantamos y bailamos, yo soy una de esas gitanas que no lo hace»

Rosa María Muñoz Cortés | Estudiante de Geología

Estudió un módulo de Administración y Finanzas, la carrera de Relaciones Laborales y Recursos Humanos, el B2 de inglés y ha trabajado durante un año en una conocida empresa granadina que acabó en la quiebra. A pesar de estar en paro Estefanía no pierde la esperanza y quiere vivir de forma independiente: «Yo me centré en estudiar y en hacer mi vida, además, con mis 29 años no estoy casada ni tengo hijos, aunque sí tengo novio», cuenta Heredia reivindicando una vez más romper los clichés establecidos en torno al pueblo gitano.

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