Una cajera de Granada hace huir a un atracador armado al que su hermana ya ahuyentó hace un año

El atracador entró al supermercado ataviado con una mascarilla, que le tapaba la boca y otra colocada sobre la frente, junto a un casco de moto que le cubría la cabeza. «Fue a buscarme para que le cobrara. Yo estaba reponiendo en una estantería. Sacó una pistola y me apuntó amenazándome si no le entregaba el dinero». Isabel no se lo pensó dos veces. «Me tiré hacia él para intentar quitarle la pistola sin pensarlo dos veces. En ese momento solo me pudo la rabia de que no se llevara el dinero de la caja».

En el forcejeo hubo golpes, manotazos, insultos y finalmente intentó rociar al atracador con gas pimienta. El delincuente desistió de seguir adelante con el atraco y salió corriendo de este establecimiento. Un sobrino de esta empleada, que se encontraba en la trastienda, salió tras el ladrón cuando escuchó los gritos de socorro. «Estuvo a punto de cogerlo, pero finalmente se montó en la moto que tenía aparcada y se marchó».

Este individuo no era la primera vez que acudía a este establecimiento a robar y tampoco la primera en que salía escaldado después de que le hicieran frente. «Hace algo menos de un año vino a atracarnos con un cuchillo y me enfrente a él. Tras forcejear se marchó por donde había venido. No se llevó ni un solo euro». Las palabras son de Felicidad, la dueña del establecimiento y hermana de Isabel, la empleada que el lunes se enfrentó a este individuo.

También lo intentó hace seis meses. Entró al supermercado ataviado con un casco de moto, como siempre, y sacó una pistola amenazando a la cajera para que le entregara el dinero. En esa ocasión, el atracador no tuvo miramientos ni sopesó que había una menor de seis años junto a la caja cuando entró a robar en este supermercadoLa madre de la niña, con mucha angustia, logró apartar a la pequeña y sacarla de la zona donde este individuo estaba cometiendo el atraco. Ha sido la única de las tres ocasiones en que ha entrado a robar y ha conseguido llevarse dinero.

«Después de enfrentarte a una situación tan desagradable como esta y cuando ya ha pasado todo, te tiembla el cuerpo entero. No eres consciente realmente de lo que te puede pasar. También da mucha rabia que te roben de esta manera», advierte Isabel. Las dos hermanas gemelas, una dueña del supermercado y la otra empleada, no saben contestar a la pregunta de si se consideran o no valientes después de enfrentarse por partida doble a este atracador. «Nos apodan las leonas y sabemos que este negocio conlleva estos riesgos», apostilla Felicidad.

Respecto al atracador, se sabe que puede estar vinculado con otros robos con violencia cometidos por el Cinturón Metropolitano de Granada en las últimas semanas. En todos los atracos suele actuar de la misma manera.