Hace veinte años: se vende la Casa de los Patos
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Hace 20 años se compró el edificio para convertirlo en hotel de lujo con encantoAmanda Martínez
Granada
Miércoles, 13 de mayo 2020, 11:14
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A finales de siglo XIX la alta burguesía granadina construyó sus residencias en lo que entonces eran las afueras de la ciudad. En el caso de la familia Moreno Agrela, propietarios de plantaciones de caña de azúcar en la Costa, edificaron su casa al final de la calle Recogidas, mucho antes de que se prolongara esta calle, con preciosas vistas a la fértil Vega granadina. Una fuente de cisnes en la entrada de su palacete le daría el nombre por el que lo conocemos todos los granadinos, el Palacio de los Patos.
Se cumplen ahora veinte años de la venta de la mansión a un grupo hotelero, momento que justifica un repaso a la historia de este bello rincón de la ciudad a través de la hemeroteca de IDEAL. Juan Bustos, que fue colaborador de este periódico y cronista oficial de la ciudad de Granada, le dedicó varios artículos en sus secciones 'Diario de la Historia' y 'Andar y ver'. El periodista recordaba en las páginas de este diario que el matrimonio formado por Eduardo Moreno y Filomena Agrela encargaron al prestigioso arquitecto de la época Francisco Giménez Arévalo la construcción de este notable edificio de carácter historicista que combinaba motivos de la arquitectura clásica con elementos de la industrial, con un cuerpo acristalado en forma de torre, que daba luz a la escalera interior y el sencillo edificio situado a su izquierda, que hacía de portería de la finca y que fue derribado para el ensanche de Recogidas en 1956.
Los Moreno Agrela, fue una destacada familia granadina de propietarios, banqueros, industriales azucareros y políticos. A la saga familiar han pertenecido edificios como el palacete de los Moreno Segura en el Paseo del Salón, en la entrada de la Cuesta de Escoriaza, o el carmen de la Antequeruela, donde vivió Falla, propiedad de la duquesa doña Rosario pariente, por cierto, de Fabiola de Bélgica y a quién se debe que los reyes Belgas tuvieran casa en Motril. El solar de Villa Astrida fue un regalo de la familia Moreno Segura.
El edificio fue declarado BIC en el año 1981 y se pensó en un momento dedicarlo a museo, pero el Ayuntamiento no pudo adquirirlo. La familia Moreno-Barreda Torres lo vendió al grupo hotelero Hospes que lo adquiríó por 630 millones de pesetas.
Hoy es un precioso hotel de cinco entrellas en el corazón de la ciudad.
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