El bar de barrio de Granada con dos tapas por bebida, postre gratis y «malafollá granaína»
En La Taberna de Pitru cada consumición va acompañada de dos tapas, una fría y otra caliente
Guste más o menos, Granada es una ciudad de bares y tapas. Aunque hay propuestas gastronómicas más complejas y elaboradas, para el día a día ... la mayoría de granadinos suelen buscar lo mismo: un rincón en el que les traten bien y que les ofrezca un buen bocado junto a su cervecita, vino o refresco. Y aunque cada vez quedan menos tabernas y bares como los de antes, todavía hay algunos lugares que pueden presumir de seguir siendo auténticos bares de barrio pensados para los clientes locales.
Uno de ellos es La Taberna de Pitru, que lleva más de una década en el número 13 de la calle Nueva de San Antón y que prácticamente desde el primer día enamoró a los vecinos de la zona hasta convertirse en uno de los lugares más exitosos del barrio. Algo que han conseguido, según cuenta Pitru, su propietario, gracias a varias cosas: «Somos una taberna como las de antes, con un camarero malafollá, que soy yo, con buen ambiente, buenas tapas y buena comida». Un lugar en el que se está tan bien que cuando la gente se sienta «ya no hay quien la eche».
Lo que más suele llamar la atención de este negocio, en el que habitualmente se forman colas de gente para conseguir mesa incluso antes de que abra, son sus tapas dobles. Porque sí, en vez de ofrecer una tapa con cada consumición aquí dan dos. «La idea se me ocurrió para descongestionar un poco la cocina. Tenemos tanta gente que decidí cortar un poco de queso y jamón mientras las cosas salían de la cocina y al final es algo que se ha quedado», explica Pitru.
«Somos una taberna como las de antes, con un camarero malafollá, con buen ambiente, buenas tapas y buena comida»
Pitru
Propietario de la Taberna de Pitru
El granadino presume de que él pone tapas «siempre», incluso cuando sus clientes han pedido raciones o algún plato, algo que no ocurre en todos los bares o tabernas. «Cerveza que pides, tapa que tienes. Y así hasta que me piden que pare». Y esto no termina ahí, ya que también suele ofrecer postres gratis a sus clientes antes de cerrar.
Entre sus especialidades, el granadino destaca sus empanadillas criollas, una elaboración que como él las ofrece «no las tiene nadie». Así como el flamenquín casero, el rabo de toro, las croquetas y el codillo, platos que «son geniales».
El establecimiento cuenta con una gran reputación. De hecho, cuenta con un Solete de la Guía Repsol debido a su calidad. Y sus reseñas en Google son inmejorables, con centenares de comentarios positivos. «La verdad es que las cosas van bien y estamos muy contentos. Me han ofrecido abrir en sitios más grandes pero tal y como están las cosas prefiero quedarme como estoy, que estoy muy bien y funcionamos de maravilla», finaliza.
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