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Las bajas laborales en la provincia caen un 25% con respecto al inicio de la crisis

Sólo la mitad de los casos acabaron con la tramitación de una baja, la cifra más baja de toda la comunidad autónoma

Domingo, 8 de diciembre 2019, 01:57

A lo largo de 2018, en la provincia de Granada se tramitaron un total de 123 partes por enfermedades laborales, una cifra que arroja ... una media de un caso comunicado cada tres días. De ellas, sólo la mitad acabaron cursando baja; es la cifra más baja de la registrada el año pasado en toda la comunidad autónoma. Además, este indicador ha caído con fuerza en la última década. Con respecto al primer año de crisis, 2008, el número de bajas tramitadas es un 25% inferior. La granadina es una de las dos provincias andaluzas en las que la cifra descendió en este período, y lo hizo a un ritmo que duplica el de Córdoba, la única donde la tendencia es similar a la de Granada.

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De los 123 partes comunicados por enfermedad profesional en la provincia durante los últimos doce meses, 63 culminaron en una baja laboral para el trabajador afectado, mientras que otros 60 no lo hicieron. Son los datos que proporciona públicamente el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social a través de su Estadística de Enfermedades Profesionales.

Esta distribución supone que sólo poco más de la mitad de los casos registrados en Granada acabaron cursando baja, diez puntos menos que la segunda provincia andaluza con el índice más bajo, Málaga, donde el porcentaje es del 62%; mientras tanto, en provincias como Cádiz (74,2%) o Jaén (74,5%) la proporción ronda los tres de cada cuatro.

Uno de los factores que influye en el número de partes por enfermedad profesional que se resuelven sin una baja es la duración de la misma. Se considera que el empleado tiene derecho a permiso retribuido si se encuentra fuera de su puesto durante menos de tres días y cuenta con un justificante de ausencia emitido por un médico o la mutua de la compañía, como establece la jurisprudencia del Tribunal Supremo. En estos casos no es necesario llegar a cursar baja.

Contexto económico

Hay dos factores importantes que se suelen señalar a la hora de analizar datos relacionados con bajas laborales. El primero de ellos es la situación económica y laboral del territorio que se analiza. Diversos estudios a lo largo de los últimos años han encontrado correlaciones entre mayores índices de desarrollo y un número más alto de bajas laborales tramitadas, mientras que una situación más precaria 'ata' con más frecuencia al trabajador a su puesto pese a encontrarse enfermo.

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El caso de Andalucía sirve como ejemplo de esta tendencia. Según un informe que elaboró la consultora Adecco para la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), relativo al absentismo laboral –ya sea por motivo de enfermedad o cualquier otro–, Andalucía y Extremadura son las dos regiones españolas con menor incidencia de este fenómeno. En cuanto al nexo económico, son asimismo las dos comunidades con menor Producto Interior Bruto (PIB) per cápita, si se excluyen las cifras de las ciudades autónomas, que el estudio no analiza.

De vuelta a las enfermedades profesionales, y según los datos del Ministerio de Trabajo relativos a los seis primeros meses del año, las diez provincias con menor tasa de bajas laborales por este motivo se encuentran repartidas entre Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Canarias, las comunidades menos ricas de España.

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En la última década

La interpretación basada en la coyuntura económica ayuda también a explicar los datos de evolución de la última década, desde que en 2008 comenzase la crisis tras la explosión de la burbuja de las hipotecas 'subprime'. Los peores momentos para el país se vivieron entre 2011 y 2013, cuando los números en Granada se desplomaron de los 162 casos de 2008 hasta sólo 43 en 2013, un 73% menos.

A partir del ejercicio siguiente, cuando los indicadores económicos comenzaron a estabilizarse y a mejorar con cierta claridad, algo que ocurrió por primera vez en 2015, las cifras del Ministerio de Trabajo siguen la correlación. Entre 2013 y 2018, el número de partes tramitados en la provincia granadina prácticamente se triplicó; en concreto, el incremento fue de 186 puntos porcentuales. Es el tercero más alto del entorno andaluz, sólo por detrás de Jaén, donde el dato se cuadruplicó, y Málaga, que registró una cifra de evolución diez puntos más alta que la granadina.

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Sin embargo, la situación económica sigue, en términos reales, lejos de la coyuntura de aquella época, lo que se traduce en dos tendencias distintas. La primera de ellas es que el conteo de partes tramitados por enfermedad laboral siguió siendo un 24,1% más bajo en 2018 que diez años antes, elevándose este porcentaje hasta el 25% en el caso de las que cursan baja por tener más de tres días de duración.

Precisamente es este indicador, el de la duración de las bajas, el que indica otro cambio coyuntural en el mercado laboral. En 2018, la duración media de uno de estos procesos en la provincia granadina, siempre según la información disponible en el portal estadístico del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, alcanzó los 117,39 días. Diez años antes, la cifra era notablemente inferior. En concreto, de 44,88 días. Es decir, que las bajas que se cursan en la actualidad en Granada son más a menudo de larga duración. El proceso medio se extiende ahora 2,61 veces más tiempo que en 2008, lo que apunta a que no sólo se piden y se tramitan menos bajas laborales por enfermedad, sino que las que se hacen tienden a ser por problemas graves que requieren un período más largo de ausencia del puesto de trabajo. Un proceso muy similar se ha vivido en toda Andalucía.

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Los sectores más afectados

Aunque el Ministerio de Trabajo no ofrece datos provinciales con respecto a los sectores de empleo donde más prevalecen las bajas por enfermedad profesional, es posible acudir a los del conjunto de Andalucía. Así, en la comunidad autónoma, seis de cada diez partes tramitados en 2018 fueron por parte de trabajadores empleados en la industria manufacturera, la que más incidencias presenta (18,4% del total); el sector público y administrativo (17,1%); el comercio, ya sea al por mayor o minorista, y los talleres (14,1%); cierra la lista la hostelería, con 158 partes en 2018, el 11,7% del conjunto.

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