El Ayuntamiento cierra hoy el 'parking' pirata junto a la muralla Alberzana

Con la fecha ya confirmada, termina una especie de carrera de obstáculos para que desaparezcan los problemas que han venido denunciando los vecinos de este lugar desde hace toda una década completa. El solar, que tiene forma de embudo, pierde su asfalto y se convierte en tierra según se estrecha. Además, es cuesta abajo, con lo que la maniobrabilidad es bastante complicada.

Hay muchos más inconvenientes. Se ha denunciado repetidamente que las vallas de seguridad han cedido y que con cualquier despiste un coche pude caer por alguno de los terraplenes que separan el solar de la urbanización de viviendas vecina. Por si faltara algún componente, el lugar es usado con regularidad como vertedero ilegal donde se depositan de forma descontrolada todo tipo de basuras.

Queda una de las razones principales, el mantenimiento y conservación de la propia muralla Alberzana, muy deteriorada por todo este trasiego de automóviles que van y vienen y aparcan rozando sus paños.

También, la valla protectora de mallazo que recorre a modo de protección el lienzo de la muralla hace tiempo que cayó por los golpes de los parachoques y no cumple su función.

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada, Miguel Ángel Fernández Madrid, señala que el cierre del aparcamiento será el primer paso de una intervención «por fases» autorizada por la delegación de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, para, posteriormente, centrar las actuaciones en la rehabilitación patrimonial que el enclave requiere, diez años después.

El área de Obras del Ayuntamiento de Granada ha terminado ya el estudio para proceder a la clausura del aparcamiento pirata, y por eso se ha colocado ya el cartel que anuncia el cierre. Además, añade el edil, no se limitará el cierre a «poner simplemente una cadena» ya que contemple las diferentes vías de salida de los vecinos, algunos de los cuales viven en una urbanización paralela y han pedido se tenga en cuenta el acceso de ambulancias o vehículos de emergencia a la zona. Hay que respetar además un vado concedido por el anterior equipo de gobierno municipal.

Mientras empiezan así hoy unos arreglos largamente esperados, dos gorrillas se lamentaban de que se quedaban si trabajo y un centenar de conductores, sin plaza de aparcamiento en el Albaicín. Otro de los grandes problemas pendientes que quedan por resolver en este barrio declarado Patrimonio de la Humanidad.