«Muchos autónomos somos los nuevos pobres»
Dos autónomas cuentan a IDEAL las dificultades con las que se encuentran y los beneficios de congelar los pagos en 2026
Ser autónomo no es fácil, sobre todo cuando los ingresos no son muy elevados. Por eso la congelación de las cuotas, anunciada esta semana para ... los que menos ingresan, es un alivio. María es freelance y trabaja para diferentes empresas. En declaraciones a IDEAL explicó que lo más complicado es gestionar la incertidumbre. «Ya es muy fastidioso hacer cualquier gestión para un autónomo, así que el hecho de que se congelen las cuotas está bien», aseveró.
La facturación es una losa con la que tienen que caminar continuamente. «Lo más complicado es que es un constante vaivén, nunca estás tranquilo económicamente», afirmó. Explicó que siente que «siempre debes dinero». «Tienes que tener un control siempre exhaustivo. A veces tienes que pagar algo que todavía no has cobrado», aseguró. «Esperas cobrar a final de mes, pero de repente te pagan a mitad o a los dos meses», dijo. Valoró, eso sí, que en los primeros años puedes acceder a diferentes tipos de ayudas que hacen el camino algo más llevadero.
Elena también es autónoma desde hace años y trabaja en el sector del diseño gráfico. Para ella los problemas para este régimen de cotización son muchos. Aseguró que las cuotas tendrían no solo que congelarse, sino que ser más bajas para los primeros baremos, para los que menos ganan. Y el resto equipararse a los trabajadores por cuenta ajena. «Muchos autónomos somos los nuevos pobres», lamentó. Indicó, asimismo, que tendría que haber un precio mínimo por hora para el autónomo y diferenció entre los freelance que trabajan para otras empresas y cuyas facturas «están siempre muy claras» y los pequeños empresarios que tienen más posibilidades de facturar en B. «Sigue habiendo mucho dinero negro en según qué espacio de autónomos», indicó.
Consideró que se enfrentan a muchas trabas para poder salir adelante y que la burocracia muchas veces se hace cuesta arriba, algo en lo que coincidió con María. «Por ejemplo, si presentásemos el IVA anualmente y no por trimestres tendríamos menos burocracia y nos ahorraríamos pagos a nuestros contables», aseveró.
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