La Audiencia de Granada manda tirar un chalé con piscina que iba a ser una «navecilla de aperos»
El tribunal confirma un año y medio de cárcel para cada uno de los dos procesados por construir en suelo de especial protección
La idea inicial era construir una «navecilla de aperos», pero el resultado final fue un chalé con piscina y barbacoa de obra. Los promotores de ... la vivienda ilegal, una pareja de un municipio cercano a la capital granadina, levantaron el inmueble en un «suelo no urbanizable de especial protección». En consecuencia, fueron acusados y condenados en 2024 por la comisión de un delito contra la ordenación del territorio por un juzgado de lo Penal de La Caleta. La sentencia impuso a cada uno de los procesados un año y medio de cárcel, una multa y la prohibición de dedicarse al oficio del ladrillo durante un año.
En cuanto a la responsabilidad civil, el fallo ordenaba el derribo de la casa, unos trabajos que debían pagar de su bolsillo los propios encausados.
Guardia Civil
Disconformes con aquella resolución, los inculpados presentaron un recurso ante la Audiencia de Granada para reivindicar su inocencia y, en todo caso, solicitar que se anulase la demolición de la vivienda. La apelación no ha prosperado. El tribunal provincial ha ratificado en todos sus términos lo que dictaminó en su día el juzgado de lo Penal. «Conforme a la prueba practicada en el acto de juicio oral, el resultado condenatorio para ambos únicos acusados, y la decisión de demolición, aparecen como razonables», concluye la Audiencia.
En este sentido, concede especial importancia al testimonio que prestaron los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Granada, que constataron 'in situ' que la construcción era ilegal. Los expertos del instituto armado certificaron, tras visitar la finca en cuestión, que el chalé se había erigido sobre «suelo rústico protegido» y no tenía licencia de obra.
El pronunciamiento del arquitecto municipal fue idéntico.
Los acusados, por su parte, dieron una explicación un tanto vaga sobre lo ocurrido. De hecho, uno de ellos manifestó que creía que lo que se estaba haciendo en el terreno era una «navecilla de aperos», aunque también hablaron de una «cerca», recuerda el tribunal las declaraciones de los imputados.
Jardín y chimenea
Además, la pareja alegó en su descargo que en el paraje había más casas y que algunas eran incluso más grandes que la suya. «En la zona había otras construcciones, y no solo de una planta, sabiéndolo desde años atrás», argumentaron.
Ninguno de esos planteamientos exculpatorios han convencido a la Audiencia. La ilegalidad, según el tribunal, era palmaria... y no precisamente barata. «La vivienda está prácticamente terminada, como se observa en las fotografías. La misma construcción está destinada a vivienda de la unidad familiar, es evidente, con múltiples decisiones arquitectónicas, como número de porches, dos, construcción de piscina y jardín, chimenea o barbacoa de obra. Las obras, dada su envergadura, han exigido un elevado desembolso económico por parte de la pareja», describe la resolución judicial las características del chalé condenado.
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