Edición

Borrar
Emilio Marín, voluntario de la asociación Calor y Café. Alfredo Aguilar

«Aspiramos a conseguir un albergue para sacar de la calle a las personas sin hogar en Granada»

Granada.Ong ·

Emilio Marín lleva 12 años colaborando con la asociación Calor y Café, donde ofrecen cariño, ropa y alimento a los ciudadanos más vulnerables

Rosa Soto

GRANADA

Miércoles, 6 de febrero 2019, 00:12

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A primera hora de la mañana, decenas de personas se concentran en la puerta de la asociación Calor y Café para desayunar una taza de café o leche caliente, galletas o algo de bollería o fruta que ofrecen algunos de los voluntarios de esta ONG, que afronta este año su 27 aniversario de actividad en Granada con la misma ilusión del primer día. En las oficinas, trabajadoras y asistentes sociales atienden las solicitudes y necesidades de algunos de sus usuarios. Entre tanto ajetreo matutino, el administrativo Emilio Marín gestiona con agilidad, en una oficina acristalada, el papeleo habitual en una entidad de estas características.

Emilio es el más veterano de la asociación después de la presidenta, Ana Sánchez. Con 12 años a sus espaldas, este voluntario reconoce que llegó a Calor y Café gracias a su hija, que ya por 2007 llevaba tiempo dedicándose en cuerpo y alma a ayudar a los más necesitados. Y esta vez él siguió sus pasos. «Estar aquí te aporta una creciente sensación, no digo ya de placer, pero sí de aprendizaje con buenos y malos ratos; de gratitud. Es un conglomerado de emociones. Es maravilloso», afirma con satisfacción en una de las salas polivalentes donde normalmente hacen toda clase de actividades.

Atención personalizada

Él es uno más del engranaje compuesto por 88 voluntarios que hacen posible la labor de la ONG, que diariamente ofrece desayuno caliente a unas 50 personas, merienda a más de 100, y da acceso a un ropero y al servicio de lavandería a más de 70 personas. Cada día pasan por las duchas otras 20, sin contar todas las que son atendidas por el personal multidisciplinar que forma parte del equipo de atención en servicios sociales. «Cada voluntario cumple con su compromiso, sea mayor o menor, pero con el tiempo se van implicando cada vez más», admite Emilio.

Lo que anima a estas personas a volcarse con el proyecto es, en gran medida, el trato que reciben por parte de los usuarios. «Son muy cariñosos y respetuosos, quizá alguna vez haya alguna salida de tono, pero siempre son muy generosos. Hemos creado una gran familia«, afirma Emilio. Una de las cosas que más le enorgullece de su labor es ver cómo con el tiempo y el esfuerzo muchas de las personas que acuden en busca de ayuda consiguen finalmente reinsertarse en la sociedad, con un empleo digno y una vivienda que les permite normalizar su día a día.

Día a día

A lo largo de sus años de trayectoria, la asociación ha luchado y sigue luchando «contra el rechazo y el estigma de las personas sin hogar que son invisibles para la sociedad porque nadie repara en ellos», explica Emilio, quien lamenta que «en ocasiones les atribuyan hechos que no les corresponden, como algunos hurtos». Para este veterano, «falta todavía mucha concienciación» hacia la situación de estos ciudadanos, aunque reconoce que después de tanto tiempo trabajando por su reinserción se ha conseguido que muchos vecinos hayan dejado atrás «sus temores».

Toda esta labor social en Granada, pero también los proyectos que desarrollan en Kenia, es posible gracias a las donaciones de comida del Banco de Alimentos y a las aportaciones económicas de particulares, colegios, otras entidades y a la cantidad correspondiente a la cuota mensual de los más de 300 socios, así como las contribuciones puntuales de otras personas anónimas y las subvenciones otorgadas por la Junta de Andalucía y la Diputación y el Ayuntamiento de Granada.

Nuevos retos

Para Emilio, el próximo reto está claro: «Aspiramos conseguir un albergue para sacar de la calle a las personas sin hogar en Granada». Estas nuevas instalaciones serían una gran solución para que estos ciudadanos pudieran dormir en un lugar caliente en invierno y más fresco en verano, temporadas en las que las condiciones climatológicas de la ciudad son más extremas. Para hacer realidad este sueño, este voluntario pide a los organismos oficiales de los Servicios Sociales que contribuyan con un mayor esfuerzo. «Luchamos por ello y no dejaremos de hacerlo, hay que aunar fuerzas para conseguirlo», comenta Emilio.

Este veterano de la solidaridad, desconoce cuánto tiempo les llevará conseguir el albergue, pero de lo que está seguro es que van por buen camino. Prueba de ello son los numerosos premios y reconocimientos que ha recibido la entidad y el personal que lo compone. Los más recientes son de este mismo año. La semana pasada, el Ayuntamiento de Granada ha distinguido a su presidenta con el Premio Dignidad en la modalidad Tercer Sector «por su amplio recorrido contra la aporofobia, desde una visión inclusiva». Este lunes, la ONG granadina ha recibido también el reconocimiento Más Social de la Diputación por visibilizar a los más necesitados. «Esto sólo indica que lo estamos haciendo bien y seguiremos así», concluye Emilio.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios